Los mensajes del Día Mundial del Corazón de este 2012, que se celebra el 29 de septiembre bajo el lema “Un mundo, un hogar, un corazón”, se dirigen, en especial, a los niños, que son el futuro de la sociedad, y a las mujeres, que también están afectadas por las patologías del corazón y de los vasos sanguíneos pero a menudo demasiado poco diagnosticadas. En este artículo se explica cuál es el escenario actual de las enfermedades cardiovasculares y la situación de esta afección en las mujeres y los niños, una población con un futuro cardiovascular nada prometedor, producto de la inactividad física y del consumo inadecuado de alimentos.
«Un mundo, un hogar, un corazón» es el lema con el que mañana, 29 de septiembre, la World Heart Federation (Federación Mundial del Corazón) celebrará el Día Mundial del Corazón. Una jornada a la que durante todo el mes han precedido numerosos actos, por lo que, por primera vez, se ha conmemorado el Mes del Corazón. El eslogan escogido en esta ocasión pretende hacer especial hincapié en el impacto de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres y los niños, dos colectivos afectados en el presente y el futuro, respectivamente, por estas dolencias.
Las patologías del corazón y de los vasos sanguíneos son la primera causa de mortalidad en el mundo. Debido a ellas, cada año mueren 17 millones de personas y en España 120.000 personas (el 31,2% de las defunciones), según los últimos datos publicados (2010) por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y difundidos por la Fundación Española del Corazón (FEC). El 80% de estos fallecimientos se evitarían si se adoptara y mantuviera un estilo de vida saludable, que consiste en seguir una dieta cardiosaludable, realizar ejercicio físico moderado y de manera regular y no fumar, entre las principales medidas.
Enfermedades cardiovasculares: tendencias en Europa
En los últimos dos o tres años, los mensajes de buenos hábitos difundidos por la FEC y la Sociedad Española de Cardiología (SEC), entre otros representantes médicos, han empezado a calar en la población española, de modo que las enfermedades cardiovasculares han empezado a decrecer a un ritmo de un 1% cada año, según los estudios del INE.
En los países del norte de Europa esta tendencia a la baja de las enfermedades del corazón ha sido todavía más llamativa, ya que en los últimos quince años han caído un 20%, pero cabe destacar que estas dolencias eran entre tres y cuatro veces más frecuentes que en los países mediterráneos, puntualiza Leandro Plaza, presidente de la FEC.
En cambio, en los países del este de Europa se ha producido el fenómeno inverso. Al mejorar sus condiciones económicas y suprimirse el régimen de racionamiento que regía en ellos, la población ha podido acceder a más alimentos, al tabaco y a la adopción de hábitos de vida perjudiciales que hasta hace poco eran los propios de los países más industrializados, como fumar más o consumir más alimentos con grasas saturadas.
Toda la población puede padecer una dolencia cardiovascular y de morir por ella debido a los malos hábitos de vidaDentro de este escenario general, las mujeres y los niños constituyen dos colectivos a los que también se debe prestar atención para salvaguardar su salud cardiaca. La imagen clásica del hombre fumador, con estrés, unos kilos de más y otros factores de riesgo, y que sufre un infarto agudo de miocardio en la edad media de la vida ha quedado obsoleta. Toda la población puede padecer una dolencia cardiovascular y morir por ella debido a los malos hábitos de vida. Por eso, tanto la población femenina como la infantil también inquietan a la comunidad médica.
El corazón de la mujer
La preocupación por las mujeres tiene que ver con el hecho de que también están afectadas por las enfermedades del corazón, aunque «se les diagnostiquen menos», apunta Leandro Plaza. De hecho, cada año fallecen en España 65.000 mujeres por una enfermedad cardiovascular (35,18%), casi un 8% más que los hombres, según los últimos datos del INE (publicados en marzo de 2012 pero referidos a 2010), mientras que el 22,35% mueren por tumores y el 9,14% por enfermedades respiratorias.
A pesar de estos datos, ante los mismos síntomas de tipo cardiovascular, ellas solo reciben tratamiento adecuado en el 15% de los casos, frente al 56% de los varones. Esto se debe a dos razones.
«La mujer puede presentar menos síntomas o molestias al tener el mismo infarto e, incluso, menos molestias específicas y que no se le note. A veces, antes del infarto agudo de miocardio, sufren una angina de pecho que no identifican como un primer ataque. El dolor del infarto es opresivo, se localiza en la parte anterior del tórax y se irradia hacia la mandíbula y los hombros. Pero las mujeres puede que noten un ligero dolor, de menos intensidad y pasajero, síntomas que se pueden confundir con gases o una mala digestión, cuando en el fondo son el inicio de la manifestación de esta enfermedad, el infarto agudo de miocardio», expone Plaza. Esta situación «puede llevar a que no acudan a urgencias con la rapidez necesaria, mientras estén padeciendo el infarto y que, por lo tanto, sufran una complicación: una arritmia (fibrilación auricular) que les pueda provocar la muerte en dos o tres minutos. En ese tiempo, se les podría aplicar una descarga eléctrica con un desfibrilador, que les podría permitir vivir», asegura Plaza.
El otro motivo que hace peculiar estas dolencias en las mujeres es que estas están protegidas de ella hasta la llegada de la menopausia, alrededor de los 55 años para la mayoría. Pero en la postmenopausia su riesgo cardiovascular aumenta, por lo que deben ser consciente de ello y controlar más la salud de su corazón.
Niños, por un futuro cardiosaludable
Los mensajes cardiosaludables se deben dirigir a los niños porque son el futuro de la sociedad pero, por desgracia, en los últimos años no parecen haber hecho mella ni en la población infantil ni en sus familias, que deberían ser los guardianes de sus hábitos alimentarios. Así lo corrobora uno de los últimos y más amplios estudios realizados al respecto y que implicó a más de 7.900 niños en España. El ALADINO (Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad) reveló el año pasado que casi la mitad de la población estudiada (el 45,2%) presentaban exceso de peso, de los cuales el 26,1% tenían sobrepeso y el 19,1% obesidad.
Esta situación epidemiológica es producto de la inactividad física y del consumo inadecuado de alimentos con grasas saturadas, que producen colesterol a una edad temprana, además de demasiadas calorías. Estos malos hábitos se establecen a muy corta edad en la que es preciso actuar, ya que hacia los 10-12 años es posible que se hayan convertido en costumbres fijas. Por eso, «es fundamental inculcar la buena selección de alimentos precozmente», advierte Plaza.
El Día Mundial del Corazón, 29 de septiembre, es una iniciativa de la World Federation, gracias a la cual cada año se celebran numerosos actos en 100 países de todo el mundo, entre ellos España, donde este año se ha celebrado con diversas actividades entre los días 24 y 30 de septiembre en importantes ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao o Vitoria con un lema adicional: “Escucha tu corazón”. Así, Madrid ha acogido la Carrera Popular del Corazón que, desde el año 2010, promueve la FEC para promover la práctica del ejercicio físico, fundamental para reducir el riesgo cardiovascular.
La FEC también ha pactado con las instituciones colaboradoras, como el club de fútbol Atlético de Madrid y el Hipódromo de la Zarzuela, diversas acciones para el Día Mundial del Corazón con la colocación de un punto informativo, la distribución de 35.000 folletos y la realización de actividades con niños de la cantera rojiblanca.