¿Es el dolor como una banda que rodea la cabeza o más bien como si se sintieran golpes de tambor en el cráneo? De esta forma tan simple podemos distinguir en el niño si sufre una cefalea tensional o una migraña. La cefalea tensional no implica un dolor tan incapacitante como el de la migraña, pues muchas veces permite al pequeño seguir con las actividades de su vida normal. Pero ¡ojo! Porque si este dolor de cabeza infantil no se trata de manera adecuada, puede llegar a derivar en un problema crónico. Estas son las claves para detectarlo a tiempo.
Cefalea tensional en niños
➡️ ¿Qué es?
La cefalea tensional podríamos definirla en su rasgo más característico como una banda que presiona la cabeza del niño. Este dolor de cabeza se produce porque los músculos del cuello se tensan debido a muchas causas: desde episodios de estrés, a nervios o malas posturas.
➡️ Incidencia en la población infantil
En general, un 30 % de los menores la sufren; sobre todo, los adolescentes.
➡️ Síntomas
Los niños acusan dolor en los dos lados de la cabeza, como si hubiera una banda haciendo presión. No es un dolor tan incapacitante como el de la migraña, ya que permite al niño seguir con su vida normal y realizar sus actividades cotidianas; ni tampoco se acompaña de otros síntomas. Si no se trata, evitando la causa que la provoca, se puede llegar a convertir en crónico.
➡️ Frecuencia
Según la frecuencia con la que se padece, la cefalea en niños se considera:
- Episódica infrecuente, si aparece menos de un día al mes; es decir, menos de 12 días al año.
- Episódica frecuente, si lo hace más de 12 días al año y menos de 180.
- Crónica, cuando aparece al menos 15 días al mes durante más de tres meses.
Migraña en niños
➡️ ¿Qué es?
A diferencia de la cefalea tensional, la migraña es un dolor de tipo pulsátil. Los que la padecen lo describen como si te estuvieran dando golpes de tambor en la cabeza. Aunque la migraña infantil es muy parecida a la del adulto, hay algunas características bien distintas:
- Duración. En adultos la migraña puede durar de 2 a 72 horas; en niños tiene menor duración (incluso menos de dos horas) y puede manifestarse con dolor abdominal o vómitos intensos.
- Localización. Mientras en los adultos se concentra en un lado de la cabeza (unilateral), en los niños puede darse en ambos lados (bilateral).
➡️ Incidencia en la población infantil
Entre un 5 % y 11 % de los menores sufren migraña y, además, desde muy temprana edad, incluso cuando aún no saben expresar su dolor. La media de edad en la que hace aparición, según la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE), es a los 7 años para los chicos y a los 11 para las chicas, aunque uno de cada cinco menores que la sufren tuvieron su primer episodio con solo 5 años.
➡️ Síntomas
Entre un 14 % y un 30 % de las migrañas pueden llegar acompañadas o precedidas de ciertos síntomas neurológicos transitorios que pueden durar entre 5 y 60 minutos y que se denominan aura:
- Sobre todo son síntomas visuales, como destellos luminosos en el centro del campo de visión y que se desplazan a un lado en zigzag.
- También puede notarse en el tacto, con hormigueos en la punta de los dedos que ascienden hasta el hombro.
- Y menos frecuentemente afecta al lenguaje, con dificultad para comprender o articular palabras.
No es una patología grave, pero sí que puede impedir que el niño estudie, haga deporte (ya que empeora con la actividad física) o incluso acuda al colegio, ya que comienza más o menos bruscamente y se va intensificando.
➡️ Frecuencia
La migraña suele llegar en forma de crisis y, aunque entre una y otra los niños no tienen síntomas, la frecuencia es muy variable, ya que algunas personas pueden sufrir un ataque de migraña al año y otras, varias a la semana. Por ello, en función del número de episodios se llama:
- migraña episódica, cuando la cefalea aparece menos de 15 veces al mes.
- migraña crónica, si se sufre más de 15 días al mes durante más de tres meses (con al menos ocho episodios con características típicas de migraña).