Según datos del Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI), la mitad de las mujeres mayores de 65 años sufre incontinencia urinaria. Con motivo del Día Mundial de la Menopausia (18 de octubre), expertos nacionales e internacionales han debatido sobre este problema que tanta repercusión tiene en la calidad de vida de las afectadas. Los especialistas han coincidido en que el método Kegel es la mejor solución para evitar y minimizar sus efectos. Este artículo recoge distintos aspectos sobre la prevención de la incontinencia urinaria y explica qué hacer ante las primeras pérdidas involuntarias de orina.
La Menopausia, el pasado 18 de octubre, especialistas de distintos países debatieron sobre la importancia de mantener el suelo pélvico femenino, para prevenir el desarrollo de la incontinencia urinaria. La causa principal de esta dolencia es la falta de tono muscular del suelo pélvico y las mujeres son más propensas a ello que los hombres (un 24% frente a un 7%), debido a sus características anatómicas.
No obstante, hay que distinguir dos tipos de incontinencia, que pueden manifestarse de manera única o asociada, concreta el doctor Carlos Balmori, urólogo y especialista en Medicina Sexual y Reproductiva en la Unidad de Medicina Sexual (UMS) de Madrid: «Son la incontinencia de esfuerzo y la urge-incontinencia«. La primera se debe a los cambios anatómicos de las estructuras que sostienen el mecanismo de la micción (vejiga, esfínter, etc.) y que se hacen insuficientes. En la segunda, un mal funcionamiento de la vejiga provoca unas contracciones que la paciente no puede evitar y desencadenan la pérdida de orina.
Incontinencia urinaria y prevención
Sufrir incontinencia urinaria tiene una gran repercusión en la calidad de vida de las personas
La prevalencia de la incontinencia urinaria ha aumentado de manera progresiva en los últimos años. Esta provoca una gran repercusión en la calidad de vida de la persona, tanto en el aspecto físico y sexual, como en el entorno doméstico y social. Por ello, la prevención tiene que ser el arma más eficaz. ¿Pero desde cuándo?
El doctor Balmori responde que la incontinencia de esfuerzo más común, la que se da en mujeres, se puede prevenir, ya que responde a una alteración de la anatomía de los músculos del suelo pélvico. Estos mantienen el tono del esfínter de la continencia, así como la posición adecuada de los órganos pélvicos (vejiga, útero, recto). Si la mujer aprende a mantenerlos tonificados, evitará a lo largo de su vida algún grado de incontinencia.
Para ello, es fundamental que las mujeres tomen conciencia de la importancia que tiene practicar de manera habitual ejercicios que ayudan a mantener el tono muscular, como son los ejercicios de Kegel. «Hay que realizar más difusión entre las mujeres más jóvenes, e incluso en adolescentes, de la importancia del suelo pélvico», advierte el especialista.
Ejercicios de Kegel: el uso de dispositivos personales
Hay maneras diferentes de realizar los ejercicios de Kegel para mejorar la tonificación del suelo pélvico. «El primero consistiría en realizar contracciones de los músculos del suelo pélvico de una manera programada, es decir, un número de contracciones con una duración e intensidad previamente establecidas. Por ejemplo: realizar 10 contracciones, descansar, volver a contraer y repetirlo, cada día, dos o tres veces. La segunda función pasa por colocar esferas en la vagina durante unas horas. En su interior llevan otras bolas más pequeñas que provocan vibraciones que, a su vez, producen contracciones reflejas de los músculos vaginales y estimulan las terminaciones vasculares y nerviosas vaginales», explica el doctor Balmori. En su opinión, este último efecto puede suponer beneficios en la esfera sexual.
Una novedad en este campo es un ejercitador de Kegel inteligente, un dispositivo de última generación, denominado KegelSmart (TM), que permite realizar los ejercicios de contracción de una manera intuitiva. El dispositivo dirige el número, intensidad y duración de las contracciones. «Sería como un autoentrenador personal del suelo pélvico. Es posible que, al principio, se deba utilizar cada día, pero después basta con usarlo dos o tres veces a la semana», concreta el experto.
Sin embargo, para que sean realmente útiles, es recomendable que las afectadas sean instruidas por un experto en suelo pélvico, quien les indicará qué músculos contraer y cuáles hay que evitar mientras se realizan los ejercicios. Una vez aprendidos, los dispositivos de ayuda para uso personal son de gran utilidad. Hay que tener en cuenta que la constancia en su realización juega un papel fundamental para que sean realmente efectivos.
Ante las primeras pérdidas de orina, no hay tiempo que perder. La primera decisión que debe tomar una afectada es acudir a un especialista para que la explore y le indique en qué situación se encuentra su suelo pélvico, qué puede hacer y cuáles son las expectativas. “Si la indicación es un tratamiento preventivo, de mejora o, incluso, para controlar una incontinencia leve, se pueden utilizar los dispositivos personales de ejercitación del suelo pélvico“, explica el doctor Carlos Balmori, urólogo y especialista en Medicina Sexual y Reproductiva.
Una vez que aparece el problema, se puede abordar de distintas formas. Si es una incontinencia de urgencia, el tratamiento será con medicamentos. Si el problema es de esfuerzo pero leve, el tratamiento consistirá en fisioterapia del suelo pélvico. Por último, si el problema es más importante o no responde a la fisioterapia, se utiliza uno de los procedimentos quirúrgicos disponibles.