La tos

La tos puede aparecer como síntoma que acompaña a otros procesos o como una situación puntual
Por Montse Arboix 6 de noviembre de 2006

La tos es una respuesta a la irritación de los nervios conocidos como receptores de la tos que se concentran principalmente en la garganta y en los puntos de ramificación más significativos de las vías respiratorias, pero también pueden encontrarse en los senos paranasales, en el canal auditivo, esófago, abdomen y en los revestimientos del corazón y de los pulmones.

La tos es un mecanismo defensivo que asegura la permeabilidad de las vías respiratorias expulsando cualquier sustancia irritante, sea mucosidad o cuerpo extraño, alojado en el sistema respiratorio. También puede estar producida por sequedad o enfriamiento ambiental. . El reflejo de la tos provoca un impulso que empieza con la irritación de la mucosa que provoca una excitación de los receptores, sube por el nervio vago al bulbo raquídeo y a la protuberancia (sistema nervioso central). Después, este impulso se dirige hacia el diafragma y los músculos intercostales y abdominales.

El resfriado común es la causa del 75% de los episodios de tos. Este síntoma consta de tres fases; la apertura de la glotis con inspiración, el cierre con contracción de los músculos respiratorios (músculos pectorales, diafragma y abdominales) y apertura brusca de la glotis con una expulsión del aire retenido. Este es un proceso reflejo que también puede producirse o inhibirse voluntariamente.

Tipos de tos

Existen diferentes tipos de tos y no todas son preocupantes. Los expertos señalan que un individuo puede padecer de dos a tres episodios de resfriados al año, siendo éstos la causa más común de la tos. La tos puede ser seca, sin expectoración, o productiva normalmente de secreciones propias del aparato respiratorio. Hay un tipo de tos conocida como tos seca falsa, sobre todo en niños y mujeres, que se caracteriza por la deglución de las secreciones que no se consiguen expectorar.

La tos psicógena es más frecuente en los adolescentes y en individuos que presentan problemas emocionales

Un elemento importante para la valoración es determinar si la tos es aguda o crónica. Se considera que una tos crónica es aquella con una duración de más de tres semanas, aunque desde algunos sectores médicos ponen el límite en ocho semanas ya que la tos post-infecciosa puede durar hasta seis semanas después. Normalmente persiste porque la misma expulsión violenta del aire irrita constantemente la tráquea y la laringe, aunque también puede ser debida por una enfermedad latente que haya superado los mecanismos de defensa. Los estudios realizados hasta ahora muestran que un 13% de la población adulta tiene tos crónica.

La tos psicógena, una causa de tos crónica, es más frecuente en los adolescentes y en individuos que presentan problemas emocionales o de estrés. Frecuentemente este tipo de tos se acentúa cuando el individuo está muy nervioso y desaparece con el sueño o cuando se desarrolla alguna actividad que precisa concentración.

Tratamientos sintomáticos

Puesto que la tos es un síntoma y no una enfermedad, el tratamiento debe tratar la causa subyacente. Si la tos persiste durante más de dos semanas conviene visitar al facultativo para que determine su etiología. Sólo si la causa es una infección el médico recetará antibióticos.

Como el tratamiento está en función de la causa que la provoque, si la tos es de origen asmático serán necesarios medicamentos broncodilatadores. Si es debida a una sinusitis deberá tratarse con antibióticos y si es causada por defectos congénitos posiblemente requerirá de cirugía. En ocasiones, si no puede determinarse la causa concreta que la produce, tratarla con medicamentos específicos puede servir como examen diagnóstico.

La mayoría de los preparados para la tos que se venden sin receta son combinaciones de supresores de la tos, expectorantes, descongestionantes y antihistamínicos. El dextrometorfano, un medicamento inhibidor de la tos irritativa no productiva que se encuentra en muchos preparados que se venden sin receta, también es eficaz. Se usa para el alivio de la tos seca causada por resfriado, gripe o condiciones similares. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la supresión de la tos en pacientes con enfermedades de laringe, tráquea o bronquios puede resultar peligrosa porque las deja sin mecanismo protector. Tampoco hay que suprimir aquella tos productora de gran cantidad de secreción ya que provocaría una acumulación que podría interferir en la ventilación y propiciar la infección respiratoria.

Las pastillas sin receta con anestésicos locales pueden ayudar a los síntomas de la tos. Aunque existen diversos remedios caseros que pueden disminuir su intensidad y las molestias que ocasiona como son el regaliz, por su efecto antitusígeno disminuyendo la irritación de la mucosa respiratoria, beber agua no demasiado fría para mantener la zona bien hidratada o bebidas calientes con una cucharada de miel. También los caramelos de miel ayudan a suavizar la garganta, evitando los que contienen mentol porque tienen un efecto contrario. En caso de estar resfriados es aconsejable dormir con una almohada de más, ya que por la noche, en decúbito, la mucosidad tiende a desplazarse hacia la parte posterior de la garganta intensificando la tos.

¡SALUD!

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El estornudo es un acto reflejo irrefrenable que tiene como origen una irritación de la mucosa nasal que estimula la sensibilidad de la mucosa de la nariz y provoca una brusca inspiración de aire (casi dos litros y medio) que pasan a los pulmones. Entonces los músculos abdominales empujan al diafragma, músculo que separa la cavidad torácica de la abdominal, provocando un aumento de presión en los pulmones. Entretanto, los músculos faríngeos también se ocluyen. Cuando el aire sale disparado lo hace de forma violenta y ruidosa por la nariz y la boca a una velocidad de hasta 160 km/hora.

En realidad, al igual que la tos, es un mecanismo de defensa del aparato respiratorio para eliminar el polvo o cualquier otra sustancia irritante, como el polen, determinados olores y el aire frío, entre otros.

Aproximadamente una de cada tres personas presenta los llamados estornudos fóticos, conocidos también como reflejo solar o lumínico del estornudo, que suele presentarse en salvas prolongadas e irrefrenables en personas expuestas de forma repentina a la luz solar intensa. Los investigadores sugieren que la causa estriba en una disfunción entre el nervio trigémino y el nervio que transmite los impulsos visuales al cerebro. De naturaleza hereditaria y con una alta prevalencia (los expertos señalan que hay un 50% de posibilidades de heredarlo de los progenitores) se le atribuye una mínima importancia a excepción de las molestias que ocasiona en personas con hipersensibilidad a la luz y en profesiones en que esté considerado como factor de riesgo, como piloto de combate.

Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, el proceso del estornudo es un problema potencial si se va al volante. Esta acción tan habitual, incluso en personas no alérgicas, puede ocasionar la pérdida del control del vehículo durante unos segundos. Un único estornudo, según los expertos, conduciendo a 90 km/hora impide controlar el vehículo aproximadamente unos 25 metros, y si el coche circula a 120 km/hora, más de cinco estornudos imposibilitan el control de cerca de 700 metros.

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