El síndrome de sobreentrenamiento no es exclusivo de los deportistas de élite. Cualquier persona, sea deportista amateur o practique actividad física de vez en cuando, puede sufrirlo. En esta entrevista Marcos Maynar, profesor titular de Fisiología del Ejercicio de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Extremadura (UEX), explica por qué ocurre, cuáles son los síntomas que permiten reconocerlo, cómo se puede prevenir y tratar. Detalla además cuál es la línea de investigación que ha emprendido su grupo para intentar detectarlo lo antes posible.
Aquél que se produce cuando una persona realiza durante bastante tiempo una actividad con más intensidad o volumen de lo que su cuerpo puede asimilar.
No. Cualquier persona que haga ejercicio en exceso puede sufrirlo. El cuerpo de cada uno tiene un máximo que puede asimilar, y cuando se soporta una carga muy intensa o prolongada, a largo plazo, se ponen en marcha mecanismos de defensa.
Son muy variados. Pérdida de peso sin razón, insomnio, nerviosismo, trastornos de la temperatura corporal, el pulso -que normalmente baja con el entrenamiento- se acelera y, además, la persona no es capaz de alcanzar sus objetivos de entrenamiento. Se cansa mucho y más rápido con una actividad que antes hacía muy bien y que ahora le cuesta mucho realizar.
Pérdida de peso, no dormir bien, nerviosismo, alteración de la temperatura corporal y pulso acelerado son alguno de los síntomas
Es muy importante que cada persona tenga un control de la actividad que realiza. Cada uno debe conocer sus límites y planificar su trabajo. Ahora, por ejemplo, el aumento de las temperaturas supone un estrés añadido y el organismo sufre más con el incremento de la temperatura corporal. Por lo tanto, es complicado trabajar con la misma intensidad. Hay que bajar el nivel de intensidad o el tiempo de actividad para evitar el síndrome de sobreentrenamiento.
Si se coge muy a tiempo, se reduce la intensidad y el volumen de trabajo. Por ejemplo, a los deportistas de alto nivel, además, se les prolongan los tiempos de recuperación de forma que, entre un entrenamiento y otro, hay más descanso. También se recurre a la balneoterapia, que es muy regenerativa. Con ella lo que se busca es que el cuerpo se regenere antes y lo mejor posible. También se administran una serie de vitaminas, como la C, la E, el complejo B, y una alimentación muy correcta, suplementada también con minerales.
Depende de la fase en la que se detecte. En ocasiones hay que bajar tanto el nivel que hay deportistas profesionales que tienen que dar por perdida la temporada a corto plazo. Otras veces se detecta en la primera fase de temporada y el deportista puede recuperarse y estar dispuesto para competir en la segunda fase.
Su problema ha sido la fatiga muscular, obviamente, consecuencia de mucho trabajo, seguido de problemas en las rodillas, lo que hace que el estrés se multiplique y que, al final, cuando uno se pasa de volumen o intensidad lo acuse. Hay dos tipos de síndrome de sobreentrenamiento. Uno que se produce en deportes como el tenis o el fútbol en el que hay sobrecargas tendinosas o musculares, y otro que afecta a los fondistas y que es el verdadero síndrome de sobreentrenamiento, más complejo de tratar. Cuando el problema es de fatiga, como el del tenista mallorquín, después de un determinado periodo de tiempo de descanso, el cuerpo reacciona muy bien. Un deportista como él lo que tiene que hacer es planificar y escoger las competiciones más importantes. Debe pensar en su cuerpo teniendo en cuenta que la vida de un deportista de élite no es muy larga.
Correcto. En deportes de más larga duración, como el ciclismo, el triatlón y de largo fondo, el síndrome de sobreentrenamiento es más complejo, más difícil de tratar y de controlar y, por eso, se les realizan a estos deportistas controles con mucha frecuencia. A mayor intensidad y sobrecarga musculares, más fácil es que aparezca este síndrome y se sufran dolores musculares.
Cada persona debe conocer el estado en el que se encuentra, valorar su condición física y evaluar si está capacitada para hacer una determinada actividad. Si una persona no tiene suficiente información sobre su cuerpo y decide participar en una de esas carreras populares puede encontrarse con un accidente fatal para su vida, como de hecho ya ha sucedido.
Saber cuándo una persona que practica un deporte se encuentra más fatigada de la cuenta y es vulnerable a sufrir el síndrome de sobreentrenamiento físico es uno de los objetivos de las investigaciones del grupo de Marcos Maynar. Para averiguarlo, están buscando en la orina sustancias que sean indicadores o marcadores de ese sobreentrenamiento, puesto que es más sencillo obtenerlas a partir de la orina del deportista que del plasma (sangre).
Según explica Maynar, cuando se produce el síndrome de sobreentrenamiento hay un desequilibrio entre la formación del músculo, de tejido, y su destrucción. La formación se conoce como anabolismo y la destrucción como catabolismo. El anabolismo está marcado por esteroides centrales como la testostesorna y el crecimiento de hormonas anabólicas. En cambio, el catabolismo, está marcado por glucocorticoides y también por esteroides anabólicos.
En casos de sobreentrenamiento, en el cuerpo hay un gran predominio de las hormonas metabólicas y, a través de la orina, se produce una eliminación de glucocorticoides. En cambio, los anabolizantes que realizan la formación y recuperación de tejido, se ven muy disminuidos. En consecuencia, la relación entre ambas se altera. “Con una sola muestra de orina podemos obtener los anabolizantes esteroideos y todas las hormonas metabólicas. Estas muestras nos permiten saber si se está entrando en un síndrome de sobreentrenamiento o no. Son buenos marcadores para averiguar si se va a producir fatiga o no. Después, el análisis de la muestra de orina se efectúa mediante cromatografía de gases. “Un método que no es sencillo, pero que se está imponiendo cada vez más”, a juicio de Maynar.
En la práctica, este sistema ya se ha probado en deportistas a los que se ha tomado la muestra de orina, por la mañana, en reposo y después del entrenamiento, para detectar si tienen problemas con las cargas de trabajo. El grupo de Maynar tiene varias publicaciones que avalan la utilidad de este método de valoración del síndrome de sobreentrenamiento, que ya es aplicable. “Lo que hace falta ahora es que se encuentre un sistema más sencillo para analizar la orina”, concluye.