La diabetes, la llamada “enfermedad silenciosa”, es mucho más que tener “un poco de azúcar en la sangre”. Si no se trata de forma adecuada (y a tiempo), sus consecuencias pueden ser muy graves para quienes la padecen y afectar también a las personas de su entorno cercano, puesto que algunos de sus efectos son incapacitantes. Un ejemplo de ello es la pérdida de visión. En la actualidad, y según datos del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (CGCOO), la retinopatía diabética es la principal causa de ceguera en la edad laboral. Lo explicamos en el siguiente artículo.
Síntomas de la diabetes y problemas de vista para detectarla
Alrededor de seis millones de personas tienen diabetes en nuestro país, aunque casi la mitad de ellas no lo saben y desconocen siquiera cuándo se considera que tienes diabetes. La «enfermedad silenciosa» suele pasar mucho tiempo desapercibida, al igual que algunos de sus síntomas, como la sed, las ganas de orinar con frecuencia, el cansancio, el apetito o la pérdida de peso (en el caso de la diabetes tipo 1).
Entre estos signos hay uno que se reconoce, literalmente, a simple vista: la visión borrosa. Como explican desde la Federación Española de Diabetes (FEDE), «el cristalino de los ojos también se ve afectado por el aumento de la cantidad de glucosa en circulación. En concreto, el aumento en la concentración de esta molécula en su interior hará que el cristalino retenga más agua, hinchándose y deformándose, lo que afectará a la refracción de la luz que lo atraviesa, produciendo una visión borrosa mientras permanece la situación de hiperglucemia».
Pero la visión borrosa es solo la punta del iceberg, ya que algunas de las complicaciones más habituales de la diabetes afectan a los ojos. La dificultad para leer, la pérdida de visión periférica, la visión doble, el enrojecimiento constante de la córnea o ver manchas y elementos flotantes que no desaparecen son otros «avisos» a los se debe prestar atención. El 30 % de las personas con diabetes tiene problemas de visión y es importante conocerlo para prevenir problemas en los ojos.
Retinopatía diabética y edema macular diabético
Imagen: Alexas_Fotos
La retinopatía diabética (RD) y el edema macular diabético (EMD) constituyen las dos complicaciones oculares más habituales entre quienes padecen diabetes, según apuntan los datos del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas. Entre ambas patologías, la más preocupante es la primera: la retinopatía diabética es la principal causa de ceguera en la edad laboral, afecta hasta a un 65 % de los pacientes con diabetes tipo 1 y a dos de cada diez personas con diabetes tipo 2. No obstante, el edema macular diabético representa la primera causa de pérdida visual en los pacientes con diabetes mellitus.
- En la retinopatía diabética, los niveles altos de azúcar dañan los vasos sanguíneos en la retina. Algunos de sus síntomas frecuentes son la visión borrosa, ver áreas en blanco u oscuras en el campo de visión, percibir los colores atenuados, tener visión nocturna deficiente o ver pequeñas manchas, como si fuesen pequeñas moscas voladoras.
- En el edema macular diabético, se inflama la retina debido a la acumulación de líquido en la mácula (la parte central de la retina). Este acopio se origina en los escapes de fluido de los vasos sanguíneos de la retina (provocados, con frecuencia, por la rinopatía diabética avanzada). Con esta patología se pierde agudeza visual y capacidad de percibir los detalles.
La mayoría de estas complicaciones se derivan de la falta de prevención, de tomar precauciones para la diabetes, «por lo que resulta clave detectar a tiempo sus signos y síntomas a través de la realización de revisiones periódicas por su optometrista», señalan en el CGCOO, desde el que añaden otros dos datos: casi la mitad (41 %) de los pacientes diabéticos nunca había sido revisado por un especialista y la mitad de las personas ciegas por complicaciones de la diabetes jamás había acudido a una revisión visual.
Por ello, los especialistas subrayan la importancia de tomar conciencia de que la detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir la pérdida de visión y reducir el impacto de la diabetes. Según el CGCOO, «hacen falta estrategias preventivas, pero, sobre todo, un control eficaz de las posibles complicaciones, más aún cuando sabemos que los costes directos para el Sistema Nacional de Salud de la diabetes alcanzan los 5.000 millones de euros».
Cerca de 400.000 personas desarrollan diabetes tipo 2 en España cada año. Además de los problemas de visión, una de las consecuencias más graves es que las personas con diabetes tienen una mayor predisposición a sufrir enfermedades cardíacas. Según el médico endocrinólogo Ramon Gomis, director de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, una cuarta parte de la población diabética tiene un riesgo elevado de padecer problemas coronarios. Es más, como apunta Gomis, que fue director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), “una de las poblaciones que tiene más riesgo de sufrir una enfermedad coronaria son las personas diabéticas”.
La diabetes mellitus tipo 2 es, hoy, la más frecuente en la población adulta. Y va en aumento. Se trata de una patología que, en muchos casos, no da síntomas y muchas veces se detecta después de haber sufrido un infarto. Por esa razón, los expertos aconsejan que las personas con más riesgo (hipertensas, con sobrepeso, obesidad o familiares de primer grado con diabetes) estén atentas y se realicen controles médicos y análisis de sangre (la detección es muy sencilla), sobre todo a partir de los 40 años de edad.