Realizar un test de anticuerpos tras recibir la vacuna no servirá para saber si hemos desarrollado inmunidad frente a la covid-19. Salvo que sea una prueba serológica que detecte anticuerpos de memoria frente a la proteína S, la vacuna contenga el virus inactivado o hayamos pasado la enfermedad, el test dará negativo. Además, estar vacunados no evita que contraigamos y transmitamos la enfermedad. En este artículo, despejamos las principales dudas que surgen tras la vacunación.
Todas las vacunas son eficaces para protegernos de la covid-19. Sin embargo, estar vacunados no nos exime de contraer la enfermedad y, en consecuencia, de transmitirla a otras personas. Tal y como avalan los estudios médicos realizados entre población ya vacunada, si nos contagiásemos de covid-19 probablemente estaríamos asintomáticos y, en caso de que la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus se manifestase, lo haría de forma poco grave o leve, lo que evitaría un ingreso hospitalario.
Por ello, tras recibir la vacuna contra la covid-19 no podemos abandonar ciertos hábitos de prevención para evitar la propagación del virus. Llevar siempre la mascarilla, lavarse las manos con frecuencia, mantener la distancia social y ventilar los espacios cerrados deben continuar siendo conductas habituales hasta que se alcance un porcentaje de población vacunada —la inmunidad de rebaño— que permita ir relajando poco a poco estas medidas.
Mientras llega ese momento, ¿cuándo se consigue la inmunidad individual al ser inoculado con la vacuna? Tras recibir la segunda dosis —o la primera y única, en el caso de la vacuna de Janssen— hay que esperar dos semanas para alcanzar la inmunidad esperada y declarada por la farmacéutica en sus ensayos clínicos. Hasta ese momento, y pese a que la respuesta será masiva, no desarrollaremos anticuerpos de memoria frente al virus (IgG), por lo que si nos hacemos un test daremos negativo. Sin embargo, esperar los 14 días de rigor tampoco equivale a ver un positivo en la prueba: solo lo obtendremos si nos hacemos un test serológico en el que se detecte el anticuerpo anti-espícula (S), que es el que se genera con la vacuna.
Vacunarse es muy importante, pero también lo es saber cómo debemos actuar después. Estos son los cinco puntos fundamentales que debes conocer.
Cinco cosas que debes saber tras recibir la vacuna de la covid-19
1. Puedes dar negativo en un test de anticuerpos
El genoma del virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19, contiene cuatro proteínas estructurales: la proteína S (espícula), la proteína E (envoltura), la proteína M (membrana) y la proteína N (nucleocápsida). Al infectarnos, nuestro sistema inmunitario reacciona generando los correspondientes anticuerpos: anti-S, anti-M, anti-N y anti-E.
La infección natural por covid-19 produce en nuestro organismo anticuerpos para la espícula (S) y la nucleocápsida (N). Sin embargo, las vacunas solo generan anticuerpos anti-espícula (S). Actualmente, la mayoría de los test disponibles en los laboratorios clínicos detectan los anticuerpos anti-nucleocápside (N) que se producen al contraer la enfermedad, pero no los anti-espícula (S), motivo por el que si nos hacemos una prueba de detección tras ser vacunados dará negativo. Pero esto no significa que la vacuna no haya funcionado.
Únicamente obtendremos un positivo:
- si la prueba es serológica y detecta anticuerpos de memoria (IgG) frente a la proteína S. Lo hacen los test ELISA / Quimioluminiscencia a partir de las tres semanas de la última dosis de vacuna.
- hemos pasado la enfermedad (quizá no seamos conscientes por haber sido asintomáticos).
- o nos han inoculado una vacuna que contenga el virus completo inactivado, como la vacuna china Sinopharm, que no se administra en España.
Además, según indican desde la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), es importante tener en cuenta que las vacunas no modifican los resultados de las pruebas diagnósticas de infección por covid-19, salvo las serológicas, como ya hemos apuntado. Esto equivale a decir que si una persona vacunada da positivo en una prueba diagnóstica (exudado nasofaríngeo para RT-PCR o test de antígenos), debe considerarse como positiva y ser tratada igual que cualquier infectado. La posibilidad de un falso positivo en estos casos es la misma que la que podría tener una persona que no haya recibido la vacuna.
2. Puedes padecer efectos secundarios
Cualquiera de las vacunas que en la actualidad se administran contra la covid-19 pueden provocar reacciones adversas en nuestro organismo. En la mayoría de los casos estos efectos secundarios son leves, se manifiestan a las pocas horas o días tras su administración y suelen ser más frecuentes tras recibir la segunda dosis. Malestar, hinchazón o dolor en el lugar de la inyección son las manifestaciones accidentales más comunes. Las reacciones graves son muy poco frecuentes.
3. Puedes contagiarte de covid-19
Aun recibiendo la vacuna es posible enfermar por covid-19. En caso de producirse este contagio, es más probable que ocurra tras la primera dosis o, si se ha completado la pauta completa, antes de que hayan transcurrido dos semanas, ya que a partir de ese momento es cuando se alcanza la máxima inmunidad.
En cualquier caso, y según recalca Soumya Swaminatha, jefa científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el supuesto de que una persona vacunada contraiga el coronavirus “su carga viral será mucho menor”.
Esta tesis ha sido recientemente confirmada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC). Tras vacunar con la pauta completa a 66 millones de personas, detectaron 5.800 casos de reinfección, una cifra que supone el 0,008 % del total. De estos enfermos, el 29 % eran asintomáticos y tan solo un 7 % de los que presentaron síntomas requirió hospitalización.
4. Puedes contagiar a otras personas
Los científicos y las sociedades médicas coinciden en que aún es demasiado pronto para saber con certeza si las personas vacunadas pueden infectarse con la covid-19 y, por tanto, transmitir el virus.
Tal y como señala la SINC, la agencia de noticias científicas de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (fundación pública dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación), “los ensayos clínicos realizados hasta el momento muestran que, por un lado, las vacunas contribuyen a que el sistema inmunitario sintetice anticuerpos de memoria, parte de las inmunoglobulinas IgG que detectan los test serológicos. Y, por el otro, también activan unas células específicas del sistema inmunitario —los linfocitos T—, entrenándolas para que sean capaces de atacar el SARS-CoV-2 en caso de infección”.
Sin embargo, y según recalca la agencia, aún faltan datos para saber si las vacunas también inducen una inmunidad parecida en las mucosas, “por donde el virus se ‘cuela’ dentro del organismo”. Por ello, aunque estemos vacunados, podemos contagiarnos y contagiar a otras personas: quizá ni lo sepamos porque no desarrollaremos síntomas.
5. Debes seguir llevando mascarilla y respetando la distancia social
Dado que aún vacunados podemos contraer y transmitir la covid-19, es importante seguir utilizando todas las medidas de protección actuales para no propagar el virus: mascarilla, distancia social, lavado de manos y ventilación de espacios cerrados. Solo cuando se alcance la inmunidad colectiva podrán relajarse algunas de estas normas. Tomemos el ejemplo de Israel, que con el 80 % de la población vacunada con las dos dosis ya permite estar al aire libre sin mascarilla, que solo es obligatoria en espacios cerrados.