Hasta hace unos días apenas veíamos el sol, y eso que ya estamos en primavera. Confinados en nuestras casas para evitar la propagación del coronavirus, podíamos salir a la calle para ir al trabajo, a la compra, para sacar al perro… y poco más. El astro rey lo han disfrutado, sobre todo, quienes en sus viviendas cuentan con balcones y jardines. Pero ahora todos ya hemos empezado a dar paseos al aire libre con los niños y nuestros mayores, practicar deporte y, si ya estamos en la Fase 1, hasta tomarnos un café en una terraza. Volvemos a sentir el sol. Sin embargo, como no debemos bajar la guardia frente al coronavirus en nuestras salidas (es “altamente recomendable” llevar mascarilla), tampoco lo debemos hacer ante los rayos solares. Sigue estos consejos de expertos dermatólogos para aprovechar los beneficios que nos brinda el sol y, a la vez, minimizar sus riesgos.
Ventajas e inconvenientes de la exposición al sol
No debemos olvidarlo. La exposición al sol tiene beneficios. Del sol obtenemos la mayoría de la vitamina D que necesitamos para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Bastan 15 minutos de exposición al sol unas tres veces a la semana para producir la cantidad suficiente de esa vitamina tan importante para el fortalecimiento de nuestros huesos y dientes (previene la osteoporosis y el raquitismo), para la reducción de la presión en sangre o el mantenimiento del sistema inmune. Además, el sol ayuda a mejorar la calidad del sueño y favorece el estado de ánimo, entre otros beneficios.
Pero tampoco hay que olvidar que sus rayos no son inofensivos para nuestra piel. Tanto la radiación ultravioleta UVB como la UVA la perjudican: favorecen un proceso fisiopatológico que juega un papel importante en el desarrollo de cáncer de piel y en el envejecimiento prematuro. Es decir, ayudan al resecamiento de la piel, y por tanto a su descamación y a la aparición de arrugas, y fomentan su enrojecimiento y la creación manchas solares. Pero, además, estos rayos también están detrás de los distintos tipos de cáncer de piel que existen, en función de las células a las que afecte. Y no es cuestión baladí, pues el cáncer de piel es el cáncer más frecuente en el mundo.
- Carcinoma basocelular o de células basales, en zonas expuestas al sol. Como aseguran desde la Fundación Piel Sana de la Academia Española de la Dermatología y la Venereología (AEDV), entre el 70 % y el 90 % de estos carcinomas se desarrollan en la cabeza y el cuello. Crece con lentitud y no suele extenderse, pero es de los cánceres no melanoma más graves. Aglutinan el 80 % de todos los cánceres de piel.
- Carcinoma epidermoide, células escamosas o espinocelular de las zonas expuestas al sol, en cicatrices o heridas de la piel. Más agresivo, representa cerca del 20 % de todos los cánceres de piel.
- Melanoma. Solo supone el 3 % de todos los cánceres de piel, pero es responsable del 80% de las muertes. Sin embargo, descubierto a tiempo, es uno de los cánceres con mejor pronóstico. Cada año se detectan en España 4.000 casos y, de ellos, el 80 % se debe a una exposición excesiva al sol. Puede aparecer en brazos en torno al 20 % de las ocasiones, pero también en tronco y piernas en porcentajes altos, así como en la cabeza, según comentan desde la AEDV.
Consejos para proteger tu piel en tus salidas
Imagen: StockSnap
El reto para nuestras salidas al aire libre tras el confinamiento está, entonces, en establecer un equilibrio entre lo que es beneficioso para el cuerpo y lo que es dañino. “Hay que tener en cuenta que una gran parte de la población lleva muchos días sin recibir la radiación solar directamente, por lo que ahora más que nunca, si se quiere evitar la quemadura y el daño cutáneo que genera, hay que exponerse al sol con sensatez”, explica la dermatóloga Ángeles Flórez, responsable de la campaña Euromelanoma. Por ello, desde la Fundación Piel Sana, bajo el lema ‘Ahora que sales a la calle, protege tu piel y evita la quemadura. Benefíciate del sol’, recomiendan lo siguiente:
- Exponerse al sol de manera progresiva. El primer día ponte al sol 5 minutos y, luego, puedes ir subiendo paulatinamente hasta los 15-20 minutos.
- Aprovechar las franjas horarias. El sol debe dar de forma directa a tu piel para que se sintetice la vitamina D. Y en el periodo de tiempo que mejor lo hace es de 12:00 a 16:00 horas, que corresponde a la franja horaria de los niños. Pero esto pronto podría cambiar, como piden algunas comunidades autónomas, pues también es el momento del día en el que más calor empieza a hacer y, precisamente, en el que “más probabilidad tiene de dar lugar a una quemadura”, apunta el doctor Agustín Buendía, responsable de campañas de la Fundación Piel Sana de la AEDV, quien recuerda que “es importante limitarse a una corta exposición”. Así que con que dejes al aire libre tus brazos y cara 15 minutos tres días a la semana en ese horario, será más que suficiente.
- Usar fotoprotección. Si estarás más de 15 minutos al sol, es fundamental proteger la piel. “A pesar de que el 92 % de las personas reconoce que la exposición al sol puede generar problemas de salud, solo un 18 % de ellas protege siempre su piel”, reconoce el especialista. ¿Y cómo hacerlo? Utiliza cremas fotoprotectoras u otras vías para prevenir las quemaduras: una gorra o sombrero, pañuelos, ropa de protección solar, gafas de sol y protector labial. Y no te olvides de aplicar estas medidas con tus hijos. “El daño que produce el sol queda en la ‘memoria’ de la piel, es acumulativo, por lo que es fundamental prevenir estos daños desde la infancia”, recuerdan los expertos.
- Buscar también la sombra. Si vas a estar más de 20 minutos al sol, no lo dudes y ponte en la sombra.
- No descuidar la hidratación. La hidratación también es muy importante en los días calurosos, sobre todo en niños y ancianos. Toma dos litros de agua al día y no esperes a tener sed.
Una vez al mes dedica unos minutos a escrudiñar tu piel. Aquí te cuenta cómo hacerlo la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). “Revisar tu piel cada mes en unos minutos, te puede salvar la vida. Un cambio en un lunar, la aparición de uno nuevo con un color extraño o una lesión que sangra debes consultarla con un médico. A través de una llamada y una fotografía, se pueden descartar lesiones graves o identificarlas. Un diagnóstico precoz se traduce en un pronóstico de vida mucho mejor en el cáncer de piel”, recuerdan los dermatólogos de la AEDV.
Y es que un retraso en el diagnóstico puede resultar fatal. Según un estudio reciente que ha analizado el impacto de la pandemia por coronavirus en el pronóstico de los pacientes con cáncer de piel:
- para los carcinomas de células escamosas, un mes de retraso en el diagnóstico supone una pérdida en la supervivencia de hasta 4 puntos a los dos años y de 5 puntos a los cinco años. Si el retraso es de tres meses, esa cifra cae a 7 y 8 puntos, respectivamente.
- en el caso de los melanomas, el retraso de un mes en el diagnóstico supone una pérdida de 6 puntos en la supervivencia a los cinco años y de 7 puntos a los 10 años. Si el diagnóstico se hace tres meses más tarde, la supervivencia cae en 13 puntos a los 5 años y en 15 puntos a los 10 años.