Los dientes de cada persona son de un color distinto y, con el paso del tiempo, se van oscureciendo. Sin embargo, lo que gusta -y lo que está de moda- es tener unos dientes blancos y relucientes. Algunos alimentos y bebidas y, sobre todo, fumar pueden favorecer este cambio de tonalidad. En este artículo, de la mano de una experta, se describe cuáles son las causas que provocan manchas en los dientes, qué hábitos y alimentos son los culpables más habituales y qué se recomienda para evitar que los dientes se vuelvan amarillos o se oscurezcan. También se detalla qué tratamientos efectivos existen para eliminar las manchas y cuáles son sus indicaciones.
El color de los dientes
El color de los dientes viene condicionado por la genética, por lo que no es un parámetro estable, ya que presenta variaciones entre individuos, entre denticiones (de leche y permanente) e, incluso, en una misma pieza dental con el paso de los años. La composición de la dentina y su grosor y la calidad del esmalte también determinan el color del diente.
En los dientes de leche, al haber una menor concentración de dentina, presentan un color más blanco y, en cambio, la dentición permanente o definitiva, son de un color marfil, ligeramente amarillento. También, entre las distintas piezas, la intensidad del color puede cambiar. Hasta así ocurre en una misma pieza: el color es más claro en los bordes superiores y se torna más oscuro cuanto más cerca está de la encía. La edad es otra variable en el color de los dientes, pues, a medida que pasan los años, el esmalte, que es translúcido, se va desgastando y hace que el color amarillento de la dentina sea más visible.
Causas de las manchas en los dientes
Los dientes pueden presentar dos tipos de manchas internas y externas. «Las manchas internas o intrínsecas se producen durante la formación del diente -la sustancia que pigmenta se encuentra en el interior de los tejidos dentales- y pueden ser de forma generalizada o aislada en un solo diente. Por ejemplo, son las tinciones provocadas por tetraciclinas (un grupo de antibióticos), fluorosis (condición que aparece como el resultado de la ingesta de demasiado fluoruro durante el periodo de desarrollo de los dientes, en general desde que se nace hasta que se cumplen 6-8 años), déficit de vitaminas, caries o hipoplasia de esmalte (menos cantidad de esmalte de lo normal), entre otras», describe la Dra. Milva Quinteros Borgarello, odontóloga con Máster en Cirugía e Implantología Bucal.
Las tinciones externas o extrínsecas, por el contrario, «se producen por fuera de la estructura dental, cuando el diente ya ha erupcionado, y son debidas a factores como la alimentación, el tabaco o el café, entre otros», puntualiza la experta, quien también ejerce de profesora asociada en el Máster de Cirugía e Implantología Bucal de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universitat de Barcelona.
Qué provoca las manchas en los dientes
Para conservar unos dientes blancos y sanos lo más importante es mantener una buena higiene bucal, no fumar y pasar revisiones periódicas
Pero, de forma habitual, ¿qué hábitos pueden originar manchas en los dientes? Esta especialista señala que el primero es la falta de una buena higiene dental, lo que produce un cúmulo de restos de comida, bacterias y hongos que provocan tinciones por pigmentos.
En segundo lugar está el consumo de tabaco, en cualquiera de sus presentaciones: en realidad, el Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia (ICOEV) lo acusa de ser uno de los mayores responsables de las manchas sobre la dentadura, en concreto, la nicotina, que ocasiona graves daños al esmalte dental.
Por último, «el consumo de alimentos o sustancias que producen tinciones si se toman de una manera habitual, como el café (por su alta concentración en cromógenos, ciertas sustancias incoloras pero capaces de originar productos coloreados), el vino tinto (por su acidez, por la presencia de taninos y de cromógenos), la clorhexidina (sustancia que forma parte de los colutorios, indicados para las inflamaciones de las encías y tras las cirugías, que usado de manera continua puede manchar los dientes), el regaliz, las colas o el té (sobre todo el negro y rojo, ricos en taninos, que les dan una coloración amarillenta)», advierte la Dra. Quinteros.
Desde el ICOEV puntualizan que los refrescos, gaseosas, bebidas azucaradas y energéticas, por su gran contenido en azúcares, contribuyen, además de mancharlos, al desarrollo de caries. Las bebidas energéticas, que consumen tanto deportistas como público en general, contienen un alto porcentaje de ácidos que también provoca daños en el esmalte.
De todos los alimentos que pueden teñir el esmalte dental, la especialista apunta las frutas y verduras de colores intensos, como la alcachofa, el tomate, la zanahoria, la remolacha, las fresas, los arándanos, las moras, las cerezas y cítricos como la naranja o la mandarina, y otros productos procesados como el chocolate, la salsa de soja, el kétchup, la mostaza y el vinagre de Módena o de vino tinto.
Entre los productos no alimentarios, el ICOEV cita los caramelos, ya que su ingrediente número uno (el azúcar), junto con la alta cantidad de colorantes que contienen, pueden causar daños en la coloración y caries.
Para unos dientes blancos
Para evitar que los dientes se vuelvan amarillos o se oscurezcan, la Dra. Quinteros advierte de que «lo más importante es mantener una buena higiene bucal y no fumar. Asimismo, es fundamental pasar revisiones periódicas por si existe alguna tinción que pueda eliminarse y, así, prevenir la descalcificación del esmalte».
En la actualidad, hay disponibles tratamientos para quitar las manchas de los dientes. El más sencillo, según explica la especialista, es una simple higiene dental con ultrasonidos y pasta de pulido no abrasiva. En casos más complicados es preciso seguir otras opciones, como los tratamientos de blanqueamiento internos o externos.
Para los blanqueamientos internos, «es necesario realizar una endodoncia previa matar el nervio) del diente que hay que tratar. Los blanqueamientos externos son un tratamiento efectivo si las tinciones son extrínsecas. Para ello, utilizamos un método de potentes agentes oxidantes que destruyen las moléculas grandes y las divide en moléculas más pequeñas e incoloras, para recuperar un tono más natural. Son tratamientos que suelen durar de cuatro a seis semanas. En algunos casos, es necesario llevar a cabo tratamientos de mantenimiento y evitar la ingesta de alimentos que tiñen y no fumar ni consumir café», puntualiza la Dra. Quinteros.
Están contraindicados en niños, mujeres embarazadas, personas con hipersensibilidad, portadores de carillas cerámicas o grandes reconstrucciones con composites y en personas con dientes fisurados o muy desgastados debido al bruxismo.
El ‘Libro Blanco sobre la salud bucodental en España’ (2015), llevado a cabo por el Consejo General de Colegios de Dentistas de España, aporta los resultados de una encuesta a 1.000 personas sobre los hábitos de salud oral y uso de servicios odontológicos.
De entre todas las conclusiones que extraen los especialistas de la población adulta destacan que el 80% se cepilla los dientes, al menos, dos veces al día; que las mujeres tienen mejor higiene bucal; y que los mayores de 65 años, por su parte, menor frecuencia de cepillado. El 69% utiliza cepillo manual, el 30% se decanta por el cepillo eléctrico y el 64% emplea colutorios o enjuagues.
En cuanto al uso de servicios, menos de la mitad de los encuestados afirma que acudió al dentista hace menos de un año. Además, las revisiones, la limpieza y las obturaciones son los tratamientos más habituales. El principal motivo que se esgrime por no ir al dentista en los últimos dos años es la percepción de no sufrir de problemas dentales (56%), seguido de causas económicas (cuatro de cada diez) y miedo al dentista.
Relacionado con la calidad de vida, cuatro de cada diez españoles declaran haber tenido dolor bucal en el último año y uno de cada tres refiere problemas para comer o masticar. En general, entre el 3% y el 8% de la muestra estudiada asegura que ve afectada su calidad de vida por el estado de su salud oral.
En población infantil, los resultados apuntan que casi la mitad presenta algún problema dental, como caries (18%) o mala posición dentaria (13%). Siete de cada diez niños afirman que se cepillan los dientes al menos dos veces al día y el 67% confiesa que utiliza cepillo manual de manera exclusiva. El 82% ha visitado al dentista en alguna ocasión y los tratamientos más habituales son las obturaciones (37%), limpieza (17%) y ortodoncia por malposición dentaria (15%). Sorprende que el 54% de los pequeños de dos a seis años nunca ha ido al dentista. De hecho, el 57% de los progenitores piensan que su hijo no tiene ningún problema bucal.