El mayor peligro que representa el «chapapote» para la piel de los bañistas son las quemaduras que puede producir el alquitrán el entrar en contacto con el sol, por lo que hay que limpiar enseguida la zona manchada y evitar los rayos solares, según indicó ayer la dermatóloga Anna Tuneu, jefa del servicio de Dermatología del Hospital Donostia, en San Sebastián.
La especialista precisó que «hay que vigilar» las posibles adherencias de fuel en las zonas del cuerpo expuestas al sol, ya que «el alquitrán y la luz solar reaccionan y pueden quemar». Las manchas, según la doctora, se deben limpiar «con cualquier aceite», luego «con agua y jabón» y hay que impedir una inmediata exposición al sol o incluso protegerse de los rayos solares con una prenda que cubra la zona ensuciada por el fuel.
Insistió en que el peligro del alquitrán es su reacción con el sol, ya que es una sustancia «fotosensibilizante», aunque admitió que el desconocimiento sobre qué otros componentes químicos tiene el «chapapote» que llega a las costas cantábricas impide saber si éste puede provocar otro tipo de afecciones además de la irritación o las quemaduras.
Tuneu, que limitó los perjuicios del fuel sobre la piel a su reacción con el sol, recordó que en medicina se usan alquitranes «como el de hulla», que «van muy bien para la piel, para la psoriasis y para otras enfermedades cutáneas», por lo que consideró que los riesgos para la salud se deben a «componentes asociados» del «chapapote».