Cerca de 13 millones de mujeres en España tienen más de 45 años. A esta edad empieza la perimenopausia o el periodo en que la función ovárica comienza a disminuir y se manifiestan los primeros síntomas del climaterio femenino. Para sobrellevar los sofocos, los trastornos del sueño, la irritabilidad y las alteraciones del ánimo propias de esta etapa, muchas afectadas optan por las terapias naturales, como la fitoterapia. En este artículo se describen qué plantas pueden ayudar a aliviar algunos de los síntomas habituales de la menopausia.
Con motivo del Día Mundial de la Menopausia, el pasado 18 de octubre, Rafael Sánchez Borrego, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), declaraba que los síntomas vasomotores que causan los sofocos son los más frecuentes y «afectan al 70% de las mujeres que están en el climaterio». Y también aseguraba que para aliviarlos, los últimos datos indican un auge en el consumo de terapias complementarias. De hecho, desde la AEEM señalan que el 35% de las mujeres recurre a las terapias naturales sobre todo para hacer más llevaderos los sofocos. La más utilizada es la fitoterapia o fitoestrógenos, grupo de sustancias de origen vegetal que son estructural o funcionalmente similares a los estrógenos.
Remedios naturales para la menopausia
Aunque la menopausia se establece después de 12 meses sin regla, años antes la mujer ya manifiesta molestias
Pese a que hoy en día existen fármacos eficaces que alivian los molestos síntomas relacionados con el fin de actividad hormonal ovárica, el empleo de extractos o plantas medicinales aumenta. Para algunas afectadas puede ser una ayuda sana, natural y barata para problemas leves. Sin embargo, aunque no hay que menospreciar su valor curativo, los especialistas insisten en que, por naturales, no están libres de efectos secundarios.
Algunos remedios naturales que se utilizan para aliviar los trastornos propios de la menopausia son:
- Para calmar la ansiedad e irritabilidad son beneficiosas la pasiflora, la valeriana y la milenrama; también infusiones de lúpulo y lavanda o de flores de naranjo y melisa.
- Contra el estreñimiento, además de seguir una dieta rica en verduras, hortalizas y cereales integrales, el aceite de lino (que también aporta omega-3) o las semillas de chía (Salvia hispanica) son una buena opción. Para tomar como infusión están la hierbaluisa, la manzanilla, el orégano, el poleo hibisco o la menta.
- Para disminuir la intensidad de los sofocos y las sudoraciones nocturnas: plantas como la Angelica sinensis, Dong Quai o Nyam silvestre mejoran los sofocos; el aceite de onagra (con omega-6), a la vez que combate la sequedad de la piel y la fragilidad de uñas y pelo, reduce los episodios de sudoración nocturna, para el que también son eficaces la salvia, el hamamelis y el trébol rojo. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) considera como «uso bien establecido» los extractos secos Cimicifuga racemosa en el alivio de los trastornos neurovegetativos menores asociados a la menopausia, como sofocos y sudoraciones nocturnas.
- Contra la sequedad vaginal es importante aportar ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6 mediante la dieta. Pueden ser útiles las aplicaciones de aceite de Pompeya o gel de isoflavonas de soja. Así como los fitoestrógenos en la dieta no han demostrado su efecto beneficioso en la sequedad vaginal, la aplicación local de isoflavonas puede mejorar la hidratación vaginal y la elasticidad y la recuperación del pH y del volumen del fluido vaginal. También se pueden tomar como infusión las plantas de maca o cardamomo.
Aun así, es recomendable que quienes sigan algún tratamiento farmacológico consulten antes con su médico o farmacéutico por si hubiera alguna contraindicación en la toma simultánea.
La menopausia es consecuencia de la interrupción de la función ovárica, es decir, los ovarios dejan de producir estrógenos y progesterona, lo que hace que desaparezca la regla y la ovulación. Aunque el diagnóstico se establece cuando ya han pasado 12 meses consecutivos sin la menstruación, años antes la mujer empieza a manifestar molestias. Es el periodo que se denomina perimenopausia.
Sofocos, sudoración profusa y palpitaciones, irritabilidad, tristeza que, a menudo se acompaña de llanto fácil, trastornos del sueño y disminución de la libido son algunos de los trastornos más comunes.
Con la perimenopausia, muchas mujeres experimentan cambios relacionados con la falta de lubricación, disminución de sensibilidad o dolor durante el coito. No obstante, la vivencia de esta etapa es distinta en cada mujer y depende de muchos elementos (la educación, la situación personal, socioeconómica y familiar, el carácter, etc.) y no todas sufrirán todos los síntomas ni tampoco en la misma intensidad.