En España cada año se detectan 8.000 nuevos casos de tumores prostáticos y a pesar de las campañas y llamadas de atención que Sanidad dirige a la población masculina para que visite periódicamente al urólogo, pocos acuden a su consulta. Según la Asociación Española contra el Cáncer, el 70% de los hombres con edades comprendidas entre los 50 y 80 años ha asegurado haber experimentado algún síntoma propio de la enfermedad prostática, aunque sólo un tercio de ellos acudió al médico para una revisión. Los expertos explican que a partir de los 50 años estas revisiones son imprescindibles y si hay antecedentes familiares de cáncer de próstata, es necesario acudir al urólogo una vez cumplidos los 40-45 años.
¿Por qué son importantes?
La respuesta a esta pregunta es clara y sencilla para el doctor Gilberto Chéchile, de la Fundació Puigvert de Barcelona y director de www.urovirtual.net: “Las revisiones urológicas son fundamentales porque mediante ellas se pueden detectar precozmente enfermedades como el cáncer de próstata y el cáncer de riñón, que al comienzo de la patología no producen síntoma alguno”.
Al contrario de lo que ocurre con las mujeres, concienciadas desde jóvenes de la importancia de las revisiones anuales en el ginecólogo, los hombres no se planteaban hasta hace muy poco tiempo acudir a la consulta del urólogo, salvo que se manifestase algún problema que el médico de cabecera no pudiese solucionar.
El significativo aumento de casos de cáncer en los últimos años ha provocado que esta situación cambie, aunque no todo lo que desean los profesionales. Y es que a partir de los 50 años, “las revisiones deben ser imprescindibles”, asegura el doctor Chéchile. “Y si hay antecedentes familiares de cáncer de próstata, en abuelos, tíos, padres o hermanos, es fundamental que estas revisiones se inicien a los 40-45 años”, apunta el Jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario La Fe de Valencia, el doctor Fernando Jiménez Cruz.
Además, hay que tener en cuenta que para los hombres, a diferencia de las mujeres con el pecho, “la autoexploración de la próstata no es posible, porque por su situación profunda uno mismo en condiciones adecuadas no alcanza a tocarla completamente”, comenta el doctor Jiménez Cruz. “En el caso de los varones, las autoexploraciones consisten en la palpación de los testículos. Se deben realizar a partir de los quince años, ya que el tumor de testículo es un tumor que afecta fundamentalmente a jóvenes y adultos menores de cincuenta años”, explica el experto. Tras una autoexploración “se debe consultar con el profesional si se percibe un cambio de tamaño en los mismos, zonas dolorosas, cambios en la forma o quistes”, añade el doctor Antonio Gómez Rodríguez, Jefe del Servicio de Urología de Hospital Virgen de la Salud de Toledo.
Solamente en España, cada año se detectan 8.000 nuevos casos de tumores prostáticos, una cifra significativa si se tiene en cuenta que, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, el 70% de los hombres con edades comprendidas entre los 50 y 80 años ha asegurado en alguna ocasión haber experimentado algún síntoma propio de la enfermedad prostática, pero sólo un tercio de ellos acudió al médico para una revisión.
¿En qué consisten las revisiones?
La revisión urológica consiste en una historia clínica, un examen físico en que se incluye un tacto rectal, una ecografía urológica, una determinación de PSA (antígeno prostático específico) en sangre y, en algunas ocasiones, una flujometría, gracias a la cual se conoce la existencia de obstrucción urinaria. “Todas estas pruebas son necesarias, sobre todo, el examen PSA, que si está elevado significa que hay alguna enfermedad en la próstata que puede ser un crecimiento benigno (hiperplasia de próstata), una infección (prostatitis) o un cáncer”, explica el doctor Chéchile. Si todos los resultados son correctos “las pruebas no se tienen por qué repetir hasta el año siguiente, aunque hay que concienciar a la población masculina de la necesidad de hacer otra revisión al cabo de doce meses”, asegura el doctor Jiménez Cruz.
Estos médicos explican que la ecografía es muy importante porque gracias a ella se pueden detectar otros tumores de órganos abdominales y en concreto, en la especialidad de Urología, de riñón y vejiga. “En la actualidad el 50% de los cánceres de riñón que se detectan se controlan gracias a las ecografías, ya que se trata de un tipo de tumor que no produce molestias”, recalca el doctor Chéchile.
La próstata se evalúa según su tamaño, forma y ecoestructura, de ahí la prueba de tacto rectal que realizan los especialistas, una prueba definitiva para el diagnóstico final. La analítica de sangre y orina se complementa con el análisis del PSA cuyas “alteraciones no indican definitivamente que se trate de un cáncer de próstata”. En el caso de que el doctor sospeche de que hay un tumor en la próstata se realizará una biopsia transrectal de la misma, bien guiada por el dedo o bien por una ecografía transrectal, tomando varias muestras de la próstata que, posteriormente, serán examinadas por el especialista en Anatomía Patológica, quien evaluará si existen o no células tumorales y el estado y grado de evolución de las mismas.
¿Cuándo acudir al urólogo?
“La visita al urólogo debe ser inmediata si se tiene dificultad para orinar, si se orina más de una vez por la noche, si el chorro es fino, si se escapa la orina o se tiene la sensación de que no se vacía correctamente la vejiga”, comenta el doctor Chéchile. Además, es importante consultar al médico si orina con sangre, ya que una de las causas puede ser un tumor en la vejiga, “sobre todo los varones fumadores, porque este tumor también se asocia con el consumo de tabaco”.
En la actualidad los problemas urológicos más frecuentes son:
Edad infantil. Suelen aparecer las anomalías congénitas y, sobre todo el reflujo vesicoureteral, el no descenso de uno o ambos testículos y la fimosis.
Adolescencia. Los problemas infecciosos o inflamatorios como la cistitis y las prostatitis copan las consultas de los doctores.
En la edad adulta los tumores tanto benignos como malignos de la próstata y la vejiga son los diagnósticos más frecuentes, según el doctor Gómez Rodríguez. Concretamente, el crecimiento benigno de próstata en los hombres mayores de 50 años y el cáncer de próstata en los mayores de 80 años.
Además del temor a sufrir estos trastornos y enfermedades, cada vez es más frecuente la visita al urólogo por temas sexuales. “La disfunción eréctil (impotencia sexual) con distinta intensidad se presenta en el 20% de los hombres mayores de 40 años”, señala el doctor Jiménez Cruz, desde el Hospital La Fe de Valencia. Este problema cuenta en la actualidad con tratamientos efectivos y es importante tratarlo porque en algunas ocasiones el estudio de sus causas lleva a diagnosticar otras patologías, como la diabetes o la hipertensión arterial, que hasta ese momento habían pasado desapercibidas.