Barcelona acoge ya desde esta semana el primer banco de tejidos pediátricos de Europa. Promovida por los hospitales Sant Joan de Déu y Clínic, esta iniciativa surge para cubrir una gran demanda y promover las donaciones entre menores. Resulta clave que los niños que padecen tumores, malformaciones o enfermedades oculares y cardíacas reciban tejidos de otros menores y no de los adultos, señalaron los responsables de ambas entidades médicas.
Las donaciones de tejidos pediátricos son aún muy escasas y en demasiadas ocasiones son más bien una excepción, indicaron. Los impulsores del banco de tejidos explicaron que tratar enfermedades oculares, tumores óseos o quemaduras de gravedad en niños a veces requiere de un tipo de tejido muy específico (córneas de pequeño tamaño, fragmentos de huesos, piel más fina, etc.) que no siempre se encuentra en los bancos de tejidos adultos.
La demanda de tejido pediátrico supera en la actualidad la capacidad de distribución de los bancos. De hecho, según fuentes del Clínic, tan sólo el 1,5% de los donantes multitejidos (óseo y córnea) son donantes de edad pediátrica. Por ello, el banco de tejidos promoverá la donación en todo el territorio español. Habrá una red que abarcará todo el país, gestionada desde Barcelona, para dar servicio a otros hospitales o unidades pediátricas. El uso de tejido tratado de una determinada forma puede condicionar la vida de un niño receptor y constituir un determinante fundamental para su proceso curativo, aseguraron desde el Clínic.
Hay que incrementar las posibilidades de trasplante de tejidos en menores y dar respuesta a las necesidades actuales, señaló Blanca Miranda, directora del Transplant Service Foundation (TSF). Son necesidades específicas de los niños, por lo que es muy importante contar con tejido adecuado a la edad del enfermo, apuntó. «Nuestros pacientes son niños que crecen y si les trasplantamos un tejido adulto debemos tratarlo y modificarlo a lo largo de la vida del niño», indicó. «Los trasplantes significan mejorar la calidad de vida de los niños y aumentar su esperanza de vida», concluyó.
A pesar de que el momento en el que se decide donar los órganos de un hijo es muy duro y doloroso, es muy importante pensar en toda la vida que puede dar a cambio, recordaron los responsables médicos del Sant Joan de Deu y del Clínic. Una tercera parte de los familiares de posibles donantes pediátricos no aceptan hacer esta cesión de órganos o tejidos, citaron al respecto.