En la mayoría de las ocasiones, estos factores de riesgo parecen totalmente subestimados a la hora de valorar el riesgo personal. De hecho, solo un tercio de los encuestados en el ‘Estudio sobre las actitudes, conocimiento y comportamiento de las personas entre 50 y 69 frente al programa de cribado de cáncer de colon’, elaborado por el Observatorio del Cáncer, cree que tiene un riesgo personal alto o muy alto de desarrollarlo.
Está demostrado que se puede reducir en un 18 % el riesgo de padecer cáncer mediante una alimentación saludable, la práctica diaria de ejercicio físico y el mantenimiento de un peso saludable, según el Código Europeo Contra el Cáncer.
Alimentación y cáncer de colon
Una dieta saludable, como es el caso de la dieta mediterránea, es una de las formas que tenemos de prevenir ciertos tipos de cáncer, como el de colon. La explicación tiene que ver con el potencial inflamatorio que tienen ciertos nutrientes en el sistema digestivo.
La vitamina C (brócoli, coliflor, fruta…) y la vitamina D (sardinas, pez espada, palometa…) influyen en la prevención de gran parte de este tipo de tumores. Sin embargo, un consumo bajo de vegetales sin almidón o frutas podría aumentar el riesgo a padecer un cáncer de colon en el futuro.
Muestra de esta evidencia es el Estudio EPIC-Europe (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition), que contó con la participación de diez países europeos, entre ellos España, y que concluyó que el consumo de fibras, frutas y verduras es un factor positivo en la prevención del cáncer colorrectal. Todo ello, sin olvidar que los factores genéticos y ambientales también desempeñan un papel importante en el desarrollo del cáncer colorrectal.
➡️ Para prevenir el cáncer de colon se recomienda:
- Evitar la carne procesada, limitar la ingesta de carne roja y tener un consumo equilibrado de alimentos.
- Comer alimentos de origen vegetal, ricos en fibra alimentaria, como frutas y verduras, preferiblemente que no contengan almidón.
- Evitar los alimentos muy energéticos, los que contienen muchas calorías en una porción pequeña, que suelen tener muchas grasas animales y azúcares: bebidas azucaradas, comida rápida o los aperitivos salados son solo algunos ejemplos.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas o, por lo menos, limitar en todo lo posible su consumo.
Sedentarismo y cáncer de colon
Se estima que al menos un 60 % de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud: en España, entre el 30 y el 40 % de la población adulta es sedentaria.
La actividad física reduce la probabilidad de aparición de cáncer colorrectal y, entre las mujeres, el de mama y el de endometrio, que figuran entre los más comunes en Europa. También ayuda a mantener un peso corporal saludable y actúa en los niveles de glucemia, insulina, hormonas afines y hormonas sexuales, en la inflamación y en el sistema inmunitario, factores todos que influyen en el riesgo de cáncer.
Se considera que el riesgo de cáncer es un 4 % más bajo entre las personas que practican a diario una actividad física moderada, como mínimo durante 30 minutos (o 150 minutos semanales, recomendación de la Organización Mundial de la Salud), que entre quienes no realizan actividad física (menos de 15 minutos diarios).
Según las últimas investigaciones, las personas más sedentarias tenían un 82 % más de riesgo de mortalidad por cáncer en comparación con las menos sedentarias.
➡️ Tipos de actividad física
La actividad física puede dividirse en ligera, moderada o intensa en función de la frecuencia y la intensidad con la que se realiza:
- La actividad ligera es no estar sin hacer nada, es decir, no ser sedentario. Por ejemplo, estar de pie, dar un paseo, hacer estiramientos o jugar al tenis de mesa.
- Una actividad moderada es la que genera un poco de sudor o una respiración algo más intensa y acelera las pulsaciones. Por ejemplo, caminar rápido, bailar, jugar al tenis o trabajar en el jardín.
- La actividad intensa requiere una gran cantidad de esfuerzo y nos hace sudar, respirar con dificultad o aumentar la frecuencia cardíaca. Por ejemplo, correr, practicar deportes como fútbol, natación, baloncesto, senderismo o aerobic, ir en bicicleta (deprisa) o transportar objetos pesados.
Cáncer y obesidad
El sedentarismo y, por supuesto, la mala alimentación, son además de factores de riesgo del cáncer de colon, factores asociados a la obesidad (Índice de Masa Corporal o IMC superior a 30).
La acumulación de grasa en el cuerpo produce hormonas como el estrógeno, también inflamación permanente y un aumento en la presencia de la insulina, lo que promueve el crecimiento y la reproducción celular e incrementa la probabilidad de aparición de un cáncer.
Los tipos de cáncer más habituales relacionados con la obesidad son el colorrectal, de riñón, de esófago, de páncreas y de vesícula biliar; además, en el caso de la mujer, los de mama (en posmenopáusicas), endometrio y ovarios.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1975 la obesidad se ha casi triplicado en todo el planeta: más de 1.900 millones de adultos tienen sobrepeso (el 39 % de la población de 18 años o más), de los cuales más de 650 millones padecen obesidad (el 13 %).
Este problema también afecta a los menores. Según la OMS, 41 millones de niños menores de cinco años tienen sobrepeso u obesidad y más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) presentan sobrepeso u obesidad. España no es la excepción al problema de la obesidad infantil.
Otros factores de riesgo del cáncer de colon
Además de la alimentación, el sedentarismo y el sobrepeso, existen otros factores de riesgo, modificables o no, relacionados con el cáncer de colon, por ejemplo:
- La edad. Es el principal factor de riesgo no modificable de padecer cáncer colorrectal, ya que el riesgo de padecer la enfermedad y de la aparición de pólipos en el colon y recto aumenta con los años. La mayoría de los pacientes con cáncer de colon tiene más de 50 años, aunque también puede aparecer en personas más jóvenes.
- El tabaco aumenta el riesgo de padecer pólipos, que suelen ser los precursores del cáncer colorrectal, y está relacionado con hasta 16 tipos de cáncer.
- Por su parte, el consumo de alcohol favorece el crecimiento de las células de la mucosa del colon, dando lugar a la aparición de pólipos.
Nueve de cada diez personas sobrevivirían al cáncer de colon, el de mayor incidencia en España, si se detectara de forma precoz. Por ello, es imprescindible concienciar a la población diana, hombres y mujeres entre 50 y 69 años de edad, sobre la importancia de mantener un estilo de vida saludable y de participar en los programas de cribado del cáncer colorrectal a través del test de sangre oculta en heces (TSOH).