La importancia de construir sistemas de salud resilientes y sostenibles

En las personas, la resiliencia es la capacidad de resistir la adversidad y recuperarse de sucesos vitales difíciles. Por otra parte, la resiliencia comunitaria consiste en la capacidad sostenida, por parte de una comunidad, de utilizar los recursos disponibles para responder a los acontecimientos adversos, soportarlos y recuperarse de sus efectos.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), “la resiliencia de los sistemas de salud es su capacidad de estar preparados para impactos, como pandemias, crisis económicas o los efectos del cambio climático, y también su poder de minimizar las consecuencias negativas de tales interrupciones, recuperarse lo más rápido posible y adaptarse, en base a las lecciones aprendidas de la experiencia, para tener un mejor desempeño y estar más preparados”.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que para que un sistema de salud sea resiliente, se requieren esencialmente dos aspectos:

• 1. Tener una atención primaria fuerte, formada, bien dotada, presupuestada y eficiente.
• 2. Tener una salud pública reconocida financiada y organizada.

El concepto de la resiliencia está muy ligado también a la sostenibilidad y a la equidad, garantizando el acceso universal a los servicios de la salud, sobre todo en las poblaciones más vulnerables. Según la Declaración de Vancouver, la resiliencia de los sistemas de salud debe caracterizarse por un énfasis explícito en la equidad y la justicia social, así como por el apoyo al empoderamiento de los más vulnerables.

Asimismo, es fundamental que los sistemas sean capaces de prestar servicios integrados y centrados en la persona, haciendo hincapié en la atención primaria de salud como la primera línea de los servicios habituales y de la respuesta a los brotes. Como dijo la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, en el Cuarto Simposio Mundial de Investigación sobre Sistemas de Salud, “construir sistemas de salud más fuertes y resilientes debe ser una prioridad nacional de los países y un bien de salud pública mundial”.

En respuesta a estos desafíos, Fundación Lovexair organiza la 4ª Cumbre Iberoamericana de la Comunidad Respiratoria: ‘Líderes del futuro en Aire Limpio, Salud Social y Digital’. El objetivo del encuentro, que se celebrará el 1 y 2 de diciembre de 2022, es empoderar y fortalecer a las redes de pacientes, cuidadores y profesionales de la salud respiratoria.

Este evento online y gratuito reunirá a pacientes líderes y profesionales de la salud, referentes a nivel internacional. Más de 20 ponentes nos acompañarán en este encuentro para abordar los desafíos para una mejor atención integral de las personas con una condición respiratoria, sobre todo, en periodo post-pandemia.

La cumbre, abierta a todas las personas interesadas en aprender más sobre salud respiratoria y cómo empoderar a las personas en el autocuidado, consta de ocho sesiones en las que se abordarán diversas temáticas sobre los desafíos en la atención y gestión de los pacientes respiratorios, y nuevos modelos de atención para un mejor acompañamiento y seguimiento de las personas con una condición crónica.

“El contexto postpandemia presenta un entorno complejo, en donde los gobiernos y la sociedad en general experimentan recortes y dificultades económicas que ponen en jaque a los servicios asistenciales, y a sistemas sostenibles que respondan a las necesidades actuales de la población. Desde Lovexair invitamos a los líderes y representantes de todos los sectores a poner sobre la mesa los riesgos principales en la atención de la salud respiratoria, y a unirnos para encontrar soluciones en conjunto, hacernos resilientes para responder a las prioridades, por una salud respiratoria más sana, preventiva y preparada para esta nueva era”, expone Shane Fitch, presidenta de la Fundación Lovexair.

Estos encuentros pretenden brindar herramientas y nuevas perspectivas para mejorar la capacitación y gestión en salud respiratoria en este nuevo contexto socio-sanitario. La 4ª Cumbre es una oportunidad para unificar las voces de los pacientes de los países de Iberoamérica y trabajar juntos por sus derechos, el acceso al tratamiento y la mejora de la atención.

Las reuniones se llevarán a cabo en español y habrá traducción en simultáneo para las charlas en inglés o en portugués. Para registrarte o consultar el programa, ingresa aquí.

Según la OMS, la crisis sociosanitaria debido a la pandemia por covid-19, genera una importante oportunidad para que los países fortalezcan sus sistemas de salud, basándose fundamentalmente en la atención primaria, la seguridad sanitaria y la cobertura sanitaria universal.

En este sentido, propone lo siguiente:

• 1. Aprovechar la respuesta actual para fortalecer tanto la preparación frente a pandemias como los sistemas de salud.
• 2. Invertir en funciones esenciales de salud pública, en particular las necesarias para la gestión de riesgos de emergencias causadas por cualquier tipo de peligro.
• 3. Construir una base sólida de atención primaria de salud.
• 4. Invertir en mecanismos institucionalizados para fomentar la participación del conjunto de la sociedad.
• 5. Crear y promover entornos propicios para la investigación, la innovación y el aprendizaje.
• 6. Aumentar la inversión nacional y mundial en los cimientos de los sistemas de salud y la gestión de riesgos de emergencias causadas por cualquier tipo de peligro.
• 7. Abordar las desigualdades preexistentes y el impacto desproporcionado de la COVID-19 en las poblaciones marginadas y vulnerables.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cuatro millones de personas mueren de forma prematura por enfermedades respiratorias crónicas en todo el mundo. Al menos 2.000 millones de personas están expuestas al humo tóxico en interiores, 1.000 millones inhalan contaminantes del aire libre y 1.000 millones están expuestas al humo del tabaco.

Si bien los números son impactantes, la salud respiratoria no siempre ocupa un lugar prioritario en las agendas de salud pública de los países. Por fortuna, la mayoría de las enfermedades respiratorias se pueden prevenir mejorando la calidad del aire y evitando ciertos factores de riesgo, como el tabaco y la exposición a contaminantes ocupacionales, domiciliarios y ambientales.

• Cerca de 65 millones de personas sufren de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y tres millones mueren cada año por esta causa.
• Cerca de 334 millones de personas sufren de asma, la enfermedad crónica más común de la niñez que afecta al 14 % de todos los niños en todo el mundo.
• La neumonía mata a millones de personas anualmente y es una de las principales causas de muerte entre los niños menores de cinco años.
• Más de 10 millones de personas desarrollan tuberculosis y 1,4 millones mueren cada año, por lo que es la enfermedad infecciosa letal más común.
• El cáncer de pulmón mata a 1,6 millones de personas al año y es el cáncer más letal.