En España hay 440.000 enfermos de esquizofrenia u otras psicosis, de los cuales el 85% está diagnosticado, pero sólo el 50% recibe tratamiento, debido sobre todo al retraso medio de tres años en iniciarlo. Así lo señalaron ayer los promotores del 15 Congreso Internacional para la Psicoterapia de la Esquizofrenia y otras Psicosis, que reúne en Madrid a 1.500 profesionales sanitarios, trabajadores sociales y miembros de asociaciones de familiares.
Estos expertos destacaron la necesidad de programas integrados de tratamiento que combinen fármacos y psicoterapia, que se han demostrado mucho más eficaces: sólo recae el 15%, frente al 30% que lo hace, incluso tomando su medicación, al cabo de un año de abordaje exclusivamente farmacológico. Asimismo, hicieron hincapié en la importancia de la intervención precoz, que facilita la implicación del propio enfermo, aumenta las posibilidades de éxito terapéutico y, como subrayó el presidente de la Sociedad para la Psicoterapia de la Esquizofrenia de Noruega, Jan Olav Johannessen, «reduce en un 50% los intentos de suicidio».
Reducir el estrés
Johannessen abogó por otros tipos de tratamiento como las terapias psicológica y las basadas en el arte o el teatro. «La parte más importante del tratamiento es reducir el estrés del paciente, y luego personalizarlo, porque lo que vale para una persona no vale para otra, y tampoco es lo mismo tratar un primer episodio que un caso crónico», recalcó.
A este especialista lo que más le preocupa es la «duración de psicosis sin tratar», que mide el periodo entre el primer episodio y el comienzo de la terapia. En España, remarcó, es de tres a cuatro años, un retraso que hará «mucho más difícil un tratamiento eficaz; si se hace al principio, es más fácil que el paciente participe».
La intervención precoz reduciría a la mitad los casos de suicidio, según los especialistas
«Cuanto más tarde llega la ayuda, peor es el pronóstico», dijo, por su parte, Manuel González de Chávez, presidente del ISPS-2006. Este psiquiatra echa en falta un sistema como el finlandés, dirigido a la prevención ya desde la familia y la escuela. «En España eso no existe -reconoció-, y llegan por las urgencias hospitalarias, cuando llevan dos o tres años viviendo experiencias psicóticas, sin ir al médico y con reticencias familiares a reconocerlo».
Entender las experiencias psicóticas
Cada año se detectan 75.000 nuevos casos. Pero también abundan los argumentos positivos. El psicólogo español Juan Carlos Fraile, miembro del Comité Organizador del congreso, recalcó que «con psicoterapia, los pacientes necesitan tomar dosis menores, sus recaídas son más breves y menos profundas y aprenden a prevenirlas» al comprender su estrés y notar que se acerca una crisis.
La clave, a juicio del psiquiatra y presidente de este ISPS-2006, Manuel González de Chávez, está en que aquella terapia complementaria permite al enfermo «entender sus experiencias psicóticas» y comprender «por qué tiene que tomar su medicación», lo que le lleva a «establecer relaciones terapéuticas con los profesionales de salud mental y recurrir pronto a ellos» en caso de necesidad.
Los defensores del tratamiento integrado defienden, además, su rentabilidad económica y social. El coste asistencial de la esquizofrenia en España se estima en el 1,9% del presupuesto sanitario, y Fraile cifró en el 0,6% del producto interior bruto (5.000 millones de euros) el gasto total anual, incluidas medicinas, atención médica y pérdida de productividad. «El 90% del presupuesto se gasta en fármacos y sólo el 10% en psicoterapia», se lamentó González, mientras Fraile remachaba que esta última «no es más cara», porque gracias a ella «los pacientes necesitan menos fármacos y se reintegran antes» a la vida cotidiana.