Tratamiento con melatonina

A pesar de que todavía no existe suficiente evidencia científica de los efectos beneficiosos que promete la melatonina, su uso está cada vez más extendido
Por Teresa Romanillos 29 de diciembre de 2006

En los últimos años se ha multiplicado de forma exponencial el uso de melatonina. Con la esperanza de mejorar la salud y prolongar la juventud, miles de personas efectúan tratamientos con esta hormona a menudo propiciadas por el efecto mediático de personajes famosos. Los efectos beneficiosos de la melatonina son objeto de controversia entre los que defienden sus múltiples virtudes y los que recomiendan prudencia. Se han reportado numerosas patologías en las que la melatonina puede resultar útil, aunque los estudios realizados al respecto resultan aún insuficientes.

Resulta difícil no dejarse seducir por las palabras con la que se promociona un preparado con la hormona: «La melatonina es la hormona natural que invierte el proceso del envejecimiento, combate la enfermedad y estimula la actividad sexual». La melatonina es una hormona segregada por la glándula pineal, que participa en una gran variedad de procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos. Una de sus funciones más características es la regulación del reloj biológico humano. La secreción de esta hormona oscila durante el ciclo de 24 horas con una producción alta por la noche y prácticamente nula durante el día ya que la luz inhibe su síntesis. Este ritmo circadiano proporciona al organismo una valiosa información sobre el momento del día, marcando los patrones de sueño-vigilia. Gracias a esta capacidad para regular los ritmos biológicos y su acción sedante, los trastornos del sueño son una de las situaciones en que la hormona ha mostrado mayor utilidad.

Trastornos del sueño y jet lag

En el caso del insomnio, la melatonina es eficaz en la inducción del sueño y, aunque no hay estudios al respecto, es probable que éste sea más natural y de mejor calidad que el provocado por los somníferos habituales, con un despertar más fresco y descansado. Un caso particular en el que la hormona se ha mostrado especialmente útil es en el insomnio de ancianos; con la edad hay una involución de la glándula pineal, que produce una menor cantidad de melatonina y es frecuente que tengan problemas para dormir. Varios estudios en humanos informan que la melatonina por vía oral, administrada entre 30 y 120 minutos antes de acostarse, disminuye el tiempo necesario para conciliar el sueño en ancianos que padecen de insomnio.

También en niños con alteraciones del sueño por problemas neuropsiquiátricos (retraso mental y autismo), la melatonina es eficaz tanto en la inducción como en la prolongación de la duración del sueño, incluso con una mejor respuesta que en los adultos. Asimismo, también se ha mostrado efectiva en el síndrome de la fase retardada del sueño, una afección que resulta en la demora para conciliar el sueño, a pesar de patrones normales en su profundidad y duración. Por otro lado, los suplementos de melatonina pueden regularizar y normalizar los ritmos circadianos de personas que tienen trastornos del sueño por mantener turnos de trabajo rotativos o por realizar vuelos que atraviesan varios husos horarios, especialmente en dirección este (desadaptación horaria o jet lag).

La melatonina posee efectos antioxidantes y es más efectiva en la eliminación de los radicales libres que las vitaminas E y C

La utilidad de la melatonina en el jet lag es la que posee mayor evidencia científica. Varios estudios demuestran que administrada por vía oral el día del viaje (cerca de la hora de acostarse del lugar de destino) y continuada durante varios días, reduce el número de días necesarios para establecer un patrón de sueño normal, acorta el tiempo necesario para dormirse, mejora el estado de alerta y reduce la fatiga durante el día. La hora en que se ingiere la hormona es importante, ya que si no se toma en el momento correcto (demasiado temprano), es de esperar que provoque somnolencia y retraso en la adaptación a la hora local. El beneficio es mayor según se crucen más zonas horarias y menor para los vuelos hacia el oeste.

Hormona de la juventud

En los últimos años la melatonina ha pasado del anonimato más absoluto a convertirse en una gran estrella en la investigación farmacológica. Lo que lanzó al estrellato a esta hormona fue, sin lugar a dudas, su acción natural citoprotectora, previniendo los fenómenos de daño y muerte celular y, como consecuencia, actuando como una sustancia antienvejecimiento. La melatonina posee marcados efectos antioxidantes y es más efectiva en la eliminación de los radicales libres que la vitamina E o el ácido ascórbico. Más de 100 estudios realizados en laboratorio acerca de las propiedades de esta hormona coinciden en señalar que preserva el ADN, las proteínas y los lípidos del daño oxidativo por su capacidad para neutralizar los radicales libres que pueden lesionar dichas estructuras.

Hace ya 15 años que Walter Pierpaoli, uno de los más reconocidos investigadores sobre antienvejecimiento de todo el mundo, presentó los resultados de un trabajo que mostraba que el suministro de melatonina prolongaba en un 15% la vida de los ratones de laboratorio empleados para el experimento y que, además, presentaban menos enfermedades y envejecían más lentamente. Desde entonces, los experimentos con cultivos celulares y con animales sugieren que la melatonina puede tener efectos beneficiosos sobre ciertos aspectos del envejecimiento y enfermedades asociadas al mismo. De especial interés son los posibles beneficios de la melatonina sobre el sistema nervioso central y actualmente se dedican numerosos esfuerzos para tratar de averiguar si la melatonina podría inhibir la muerte celular que ocurre en enfermedades neurodegenerativas asociadas al envejecimiento tales como Alzheimer o Parkinson.

¿Cuál es la relación entre la melatonina y el envejecimiento? En la especie humana existen grandes variaciones en la producción de la hormona a lo largo de la vida, siendo los niveles más altos en la infancia y disminuyendo considerablemente en la vida adulta. Si la disminución natural en la producción de melatonina asociada con la edad es o no responsable de algunos de los síntomas del envejecimiento está aún por demostrar, aunque se han notificado mejorías importantes en la calidad de vida de personas de edad avanzada tras la administración de esta hormona. A pesar de las numerosas investigaciones efectuadas al respecto, se necesitan más datos experimentales para poder clarificar los mecanismos de acción, así como estudios clínicos para identificar los posibles efectos secundarios que podría acarrear un tratamiento prolongado con melatonina.

PROMESAS Y ESPERANZAS

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Se han reportado numerosas patologías en las que la melatonina puede resultar útil, aunque en muchos casos, los estudios realizados al respecto resultan insuficientes. Como tratamiento contra el cáncer, existen varios ensayos en humanos, muchos de ellos realizados por el mismo grupo. Se ha investigado la acción de la melatonina en combinación con radioterapia, quimioterapia, tratamientos hormonales o terapias inmunológicas como interferón y Interleukin-2. Los resultados fueron mixtos, ya que mientras que algunos pacientes se estabilizaban en otros progresaba la enfermedad.

Algunos expertos son de la opinión que los antioxidantes puede mejorar la eficacia de las drogas quimioterapéuticas y reducir los efectos secundarios, mientras que otros indican que probablemente podrían interferir con la eficacia de los tratamientos. Actualmente no hay una conclusión firme en esta área y la evidencia científica no es suficiente. Varios estudios controlados en pacientes con hipertensión informan de pequeñas reducciones en la presión sanguínea al tomar melatonina por vía oral o al inhalarla por las fosas nasales. A pesar de estos resultados esperanzadores, la mayoría de los ensayos realizados han sido pequeños y no están bien diseñados o reportados.

Un tema controvertido es el de la utilidad de la melatonina en el tratamiento del glaucoma. La controversia nace de la sospecha que altas dosis de melatonina pueden aumentar la presión intraocular y el riesgo de glaucoma así como la maculopatía y miopía relacionadas con la edad. Sin embargo, existe evidencia preliminar de que la melatonina puede en realidad disminuir la presión intraocular en el ojo y se ha sugerido una posible terapia para el glaucoma. Por este motivo se recomienda que los pacientes con glaucoma que toman melatonina reciban la supervisión de un profesional de la salud. Otras indicaciones de la melatonina son tan diversas como el trastorno afectivo estacional, terapia para dejar de fumar, trastorno por déficit de atención con hiperactividad y trastornos convulsivos en niños, reducción de las lesiones neurológicas en pacientes que han sufrido un accidente vascular cerebral y prevención de cefaleas entre otros.

También promete mejorar la actividad sexual; así al menos se ha observado en varones con problemas de erección o en personas de ambos sexos en las que había disminuido el deseo por presentar trastornos del sueño y estados de cansancio o estrés prolongados. Promesas y esperanzas. La melatonina sólo ha demostrado de forma fehaciente su eficacia en el jet lag y en algunos trastornos del sueño. Y como no hay estudios que hayan demostrado la seguridad de su consumo prolongado, no está disponible en todos los países. En EEUU, la Food & Drug Administration no aprueba su uso como fármaco pero en cambio se comercializa como suplemento dietético. En España, su comercialización no está autorizada a pesar de que otros países europeos han legislado y permitido su uso.

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