Cómo tratar las bronquiectasias para mantenerlas bajo control

Las bronquiectasias (BQ) son una enfermedad crónica que afecta a las vías respiratorias (bronquios), que se dilatan y deforman. La inflamación crónica de estos bronquios y las infecciones frecuentes que suelen producirse dan lugar a la destrucción de estos y del parénquima pulmonar, que es el tejido donde el oxígeno obtenido en la inspiración se intercambia por el dióxido de carbono, que será expulsado en la espiración.

Las BQ pueden ser originadas por múltiples motivos, aunque en más del 50 % de los casos no se conoce la razón que las produce. Algunas de estas causas son:

• Neumonía
• Tuberculosis
• Tosferina
• Sarampión
• Daño en el pulmón por aspiración de un cuerpo extraño
• Discinesia ciliar primaria
• Inmunodeficiencia
• Enfermedad inflamatoria intestinal
• Artritis reumatoide
• Reflujo gastroesofágico
• Aspergilosis broncopulmonar alérgica

Las bronquiectasias se suelen manifestar con tos regular con expectoración de flemas, infecciones de repetición, disnea, cansancio, sensación de dolor y opresión en el pecho y acropaquías (deformación redondeada de dedos y uñas de las manos).

Para su diagnóstico es necesario realizar un TAC de alta resolución que se puede complementar con cultivos de esputo, análisis de sangre, espirometría y broncoscopia, entre otros.

Aunque las bronquiectasias no tienen cura, sí que se deben tratar para detener su evolución. En el tratamiento se podrán utilizar:

• Antibióticos para combatir las infecciones causadas por bacterias. Recuerda que, ante una infección causada por otro microorganismo que no sea una bacteria, los antibióticos no son útiles. No los tomes, si no te lo prescribe un médico y sigue las dosis y tiempos pautados.
• Drenaje de secreciones. Las técnicas de fisioterapia respiratoria para el drenaje de secreciones tienen que convertirse en una rutina en las personas con BQ. Estas técnicas ayudarán a expulsar las secreciones de los pulmones, controlar la tos y reducir en número de infecciones respiratorias. Entre las técnicas más empleadas está el ciclo respiratorio activo o el uso de dispositivos de presión espiratoria positiva, como el flutter, el acapella o el aerobika, entre otros.
• Reducir la sensación de ahogo o disnea. Realizar técnicas de control del ritmo pueden ayudarte a manejar este problema.
• Rehabilitación pulmonar. En estos programas multidisciplinares, que duran en torno a 6-8 semanas, se enseña la realización de técnicas de fisioterapia respiratoria y se recibe educación sobre las BQ y consejos para conseguir un correcto manejo de las mismas y de la disnea.
• Manejar la incontinencia. La incontinencia urinaria es una de las principales comorbilidades a la que las mujeres con BQ se enfrentan. Si este es tu caso, te aconsejamos acudir a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para ayudarte.
• Cirugía. Aunque es un tratamiento raramente utilizado, es posible que se realice en personas que no pueden controlar los síntomas con otros tratamientos.
• Embolización, para casos de sangrado.
• Trasplante pulmonar, en casos extremadamente severos.
• Oxigenoterapia. Cuando los niveles de oxígeno en sangre son bajos, puede requerirse este tratamiento durante un tiempo.

Además de estos tratamientos, es fundamental mantener una vida activa, comer saludable, aprender a manejar las emociones y evitar las infecciones. Para ello, solo tienes que recordar las medidas tomadas durante la pandemia: evitar el contacto con personas enfermas, lavarte las manos con frecuencia, llevar mascarilla en lugares muy concurridos y tener al día todas las vacunas comentadas anteriormente.

• Dejar de fumar. El tabaco en uno de los principales enemigos de nuestra salud pulmonar. Mantenerse alejado del mismo y de todos sus derivados es indispensable, en especial si tienes BQ.
• Vacunación. Vacunarse de la gripe, el coronavirus, el neumococo, el virus respiratorio sincitial (VRS) y la tuberculosis, entre otros, resulta fundamental para luchar contra las infecciones.

Si conoces cuáles son tus síntomas normales cuando estás estable, será fácil identificar cuándo se está produciendo un empeoramiento de tu salud (agudización). Es muy importante que junto con tu médico creéis un plan de acción frente a estas situaciones.

Si durante dos o más días notas que no respiras bien, que expulsas más flemas al toser y que estas han cambiado de color, espesor, olor o sabor, y que notas más disnea, es que una agudización se puede estar produciendo. En este caso, sería aconsejable:

• Realizar las técnicas de drenaje de secreciones al menos dos veces al día.
• Tomar la medicación prescrita.
• Beber líquidos para hidratar las flemas.
• Llevar una muestra de esputo al hospital para su análisis.
• Siempre que te lo haya mandado tu médico, tomar tus antibióticos de rescate. Si no estás seguro de qué tomar, consulta con tu médico; no te automediques.

Entender cuál es nuestro problema de salud resulta fundamental para hacerle frente de una forma efectiva. Muchas veces, la información sobre salud que encontramos en Internet o lo que nos cuenta nuestro médico están un lenguaje muy técnico que no nos ayuda a comprender bien de lo que nos están hablando.

Por ello, desde la Fundación Lovexair, conocedores de esta problemática, hemos diseñado un programa educativo para las personas con BQ y sus cuidadores. A lo largo de diferentes módulos encontrarás información, en un lenguaje cotidiano, pero sin descartar el rigor clínico, sobre las BQ y todo lo que engloban (síntomas, tratamiento, fisioterapia, actividad física, estado emocional, tabaquismo…). Consiste en un programa gratuito abierto a todas las personas con este problema y sus cuidadores. Si necesitas más información, escríbenos y te responderemos lo antes posible.