En torno al 30% de la población trabajadora española tiene «un riesgo incrementado» de desarrollar cáncer colorrectal (CCR), «bien por motivos de edad o por antecedentes familiares», y requiere «alguna medida» de control para evitar el desarrollo de la enfermedad, según se desprende de los datos preliminares del «Estudio sobre estratificación del riesgo de CCR en el medio laboral».
El estudio, elaborado por la Cátedra Fremap-UEM de Investigación y Desarrollo en Medicina del Trabajo, afirma que estas personas «deben someterse a una serie de métodos de diagnostico y de cribado» para controlar su posible evolución, apunta la investigación, que a su término habrá analizado los chequeos médicos empresariales de más de 50.000 trabajadores de toda España. «Lo normal es que la gente acuda al sistema público sólo cuando tiene algún síntoma (sangrados o adelgazamientos repentinos) o cuando ya está enferma», explicó el director de la Cátedra Fremap-UEM de Investigación y Desarrollo en Medicina del Trabajo y uno de los investigadores principales del estudio, el doctor Javier Sanz.
Los servicios médicos en las empresas son «observatorios privilegiados» para determinar este riesgo e impulsar la detección y tratamiento precoz del cáncer, «ya que actúan sobre población sana», indicó Sanz. «Como regla general convendría que la población trabajadora sana empezara a los 50 años con una determinación de sangre oculta en heces y a los 55 con la primera colonoscopia», señaló. «En el caso de haber tenido antecedentes familiares de primer grado (padres, hermanos), se recomienda la colonoscopia 10 años antes de la edad del diagnóstico en el familiar, es decir, si al padre se le diagnosticó a los 56, el hijo que comience con las pruebas a los 46», comentó el doctor.
Más de 20.000 personas son diagnosticadas cada año en España de cáncer de colon o de recto, de las cuales en torno a 13.000 fallece por este motivo. La Cátedra Fremap-UEM calcula que el coste total en bajas, hospitalizaciones y tratamientos generados por esta enfermedad supera los 800 millones de euros. Las empresas «pueden jugar un papel muy importante en su prevención si incluyen en sus chequeos herramientas de estratificación del riesgo de CCR como las que propone la cátedra Fremap-UEM», aseguró Sanz.