Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descrito una nueva droga experimental para tratar el lupus sistémico, una enfermedad inflamatoria crónica autoinmune.
Los científicos han descubierto en un modelo animal que la inhibición de la enzima fosfoinositido 3-quinasa reduce la incidencia y la severidad de la enfermedad. Este tipo de patologías se inician por un exceso en la activación de algún subtipo de glóbulos blancos. En el caso del lupus, la activación patológica de los linfocitos hace que ataquen tejidos del propio organismo, lo que produce, entre otras anomalías, disfunciones renales.
En el trabajo, realizado en el Centro Nacional de Biotecnología (CSIC) por Domingo Barber bajo la dirección de Ana Clara Carrera, se ha utilizado un modelo animal de ratones donde la enfermedad se parece a la observada en humanos. Los investigadores encontraron que el mecanismo de acción de esta droga que inhibe la fosfoinositido 3-quinasa gamma es la reducción del número de linfocitos T patogénicos.
Tratamiento
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad inflamatoria crónica autoinmune que se caracteriza en sus estadios más tempranos por la expansión patológica de un grupo de linfocitos T CD4+, que reconocen tejidos propios del individuo. Este trastorno afecta en un 90% de los casos a mujeres.
El uso de fármacos con efectos inmunosupresores, como la ciclofosamida y los corticosteroides, es habitual para el tratamiento del lupus cuando la enfermedad se ha estabilizado, aumentando la supervivencia de los pacientes. Sin embargo, estos tratamientos presentan numerosos efectos secundarios. El hallazgo de esta nueva diana terapéutica abre la posibilidad de obtener fármacos que no desencadenen tantos efectos adversos.