La obesidad siempre ha sido considerada un factor de riesgo en el embolismo pulmonar. Ahora una investigación estadounidense, publicada en JAMA, la revista de la Asociación Médica Americana, arroja un poco más de luz a la relación entre ambas enfermedades. El estudio, que analizó los historiales de varios pacientes americanos, concluyó que la obesidad es un factor de riesgo para la tromboembolia venosa, tanto en hombres como en mujeres, sobre todo para aquellos de menos de cuarenta años. Las mujeres obesas presentaron un mayor riesgo relativo de padecer trombosis venosa profunda.
El doctor Paul D. Stein, uno de los artífices del estudio, asegura que ya no hay lugar para la duda. «Ahora conocemos con seguridad que el exceso de peso es un factor de riesgo. Un paciente obeso debe alertarnos para evitar un problema que puede ser letal y tan frecuente como el tromboembolismo».