Investigadores del Servicio de Pediatría del Hospital del Mar de Barcelona y del Istituto Superiore di Sanità de Roma (ISS) han demostrado que los dientes de leche son «un buen marcador» para detectar el nivel de exposición de los niños al tabaco.
El estudio ha analizado una muestra de 35 niños, hijos de padres fumadores y no fumadores. La investigación, publicada recientemente en la revista «Jama», demostró que los niños que habían sido más expuestos al humo del tabaco «tenían más niveles de nicotina en sus dientes», explicó el impulsor del estudio y pediatra del Hospital del Mar, Óscar García.
La mayoría de estos niños eran «hijos de padres fumadores» que habían sido expuestos al tabaco porque sus progenitores fumaban delante de ellos o bien porque la madre «no abandonó el hábito durante el embarazo», señaló García.
Se calcula que el 30% de mujeres continúa fumando mientras está esperando su hijo. Este experto explicó que este descubrimiento «será un instrumento útil para investigadores y epidemiólogos», que ha factible «detectar posibles relaciones entre la exposición de ciertos tóxicos ambientales, como el tabaco, y el desarrollo de enfermedades como el asma», durante la infancia, puntualizó.
Hasta el momento, los indicadores que se utilizaban para detectar el nivel de exposición al tabaco durante la infancia eran la sangre procedente del cordón umbilical y la orina. No obstante, estos métodos de detección «tienen limitaciones, ya que sólo permitían detectar exposiciones puntuales y durante un corto periodo de tiempo», según García.