Un estudio científico con perros de varios países, incluido España, ha determinado que un cáncer venéreo en estos animales es contagioso entre ellos, además de por contacto sexual, por aire e intercambio de saliva. El tumor causante de ese mal surgió hace más de 200 años en un lobo o perro cercano a esta especie salvaje, según añade el trabajo.
Los científicos siguieron la pista desde sus orígenes al denominado tumor venéreo transmisible canino (CTVT, en inglés), conocido también como sarcoma de Sticker, hasta llegar al clon inicial. Las células de ese tipo de cáncer pueden convertirse en exitosos parásitos con capacidad de propagación mundial, señala este experimento del University College London, publicado en la revista «Cell».
Esa capacidad parasitaria surgiría hace al menos 200 años en un lobo o un perro cercano a ese otro animal, lo que convierte a ese tumor en el cáncer más antiguo conocido por la ciencia, y posiblemente el que se ha propagado ininterrumpidamente durante más tiempo en el mundo en la línea celular de los mamíferos, explicó el director del estudio, Robin Weiss. «El cáncer habría escapado de su cuerpo original para convertirse en un parásito contagiado de perro a perra y viceversa, hasta colonizar todo el mundo», indicó el investigador.
Según los científicos, el sarcoma Sticker o CTVT se contagia presuntamente en los perros por contacto sexual, pero puede propagarse también con lametazos entre ellos, mordiscos e incluso con el olfateo de zonas contagiadas con el tumor.