Un estudio de la Universidad de Sidney, en Australia, mantiene que la inyección epidural que se administra durante el parto se asocia con menores tasas de lactancia materna, tanto a corto como a largo plazo.
Publicado en la revista «International Breastfeeding Journal», este trabajo muestra que, en comparación con mujeres que no recibieron este tipo de analgesia, las mujeres que recibieron la epidural durante el alumbramiento fueron más propensas a padecer problemas asociados con la lactancia materna en la primera semana y que dejaron de amamantar a sus bebes antes de los seis meses.
El estudio se basa en 1.280 mujeres que habían dado a luz entre marzo y octubre de 1997 en Australia, de las que un 33% había recibido la epidural. Si bien la mayoría de las mujeres alimentaron con su leche a los bebés durante la primera semana, la anestesia epidural estuvo asociada con dificultades en la lactancia en los primeros días tras el nacimiento y con una alimentación materna parcial en la primera semana posterior al parto, según esta investigación.
Por su parte, el 72% de las mujeres que no recibieron esta anestesia se encontraban alimentando con leche materna a sus bebés a las 24 semanas del parto, en comparación con el 53% de las que recibieron petidina o epidural con bupivacaina y fentanil. Este estudio se añade al creciente cuerpo de evidencias que señalan que el fentanil de la epidural podría estar asociado con dificultades en la lactancia, según concluyeron los autores del estudio.