Los afectados por trastornos obsesivos compulsivos (TOC), que son personas maníacas, cegadas con una idea absurda y falsa a la que responden con comportamientos anómalos para contrarrestar sus supuestos efectos nocivos, suponen el 2,5% de la población. Además, el 20% de quienes padecen este tipo de trastornos están incapacitados para llevar una vida normal.
Los enfermos con TOC graves cuentan ya con los servicios de Neurocirugía, Psiquiatría y Medicina Nuclear del Hospital Virgen de las Nieves de Granada para someterse a intervenciones quirúrgicas que pueden curar estos trastornos. La operación consiste en implantar dos microchips o electrodos dentro del cerebro del paciente que mandarán impulsos eléctricos a una zona de la mente, la unión del lóbulo frontal con el tálamo, donde se generan esas ideas obsesivas con el fin de frenarlas. «La intervención es muy sencilla y tenemos todo lo que necesitamos para empezar en cuanto seleccionemos un paciente», explicó Ventura Arjona, jefe emérito de Neurocirugía del Virgen de las Nieves.
La misión de estos microchips es impedir las conexiones de neuronas de esas dos áreas de la masa cerebral donde, al parecer, fluyen esas ideas obsesivas. Los dos electrodos se introducen por dos orificios muy pequeños en el cráneo que más tarde se tapan. «En España sólo hay una clínica privada que ha operado a una persona. En el resto del mundo habrá unas seis en Suecia, cuatro en Alemania, una en Francia y más de una decena en Estados Unidos», detalló Arjona. El «primer hospital público» que aplicará esta técnica de cirugía psiquiátrica será el Virgen de las Nieves, apuntó.
Esta técnica presenta como gran novedad que no genera «lesiones» en el cerebro. La cirugía psiquiátrica practicada hasta ahora actuaba lesionando ciertas zonas de la masa cerebral para frenar comportamientos patológicos que se generaban en las neuronas localizadas en puntos muy concretos. En este caso no se mata ni una sola neurona, además de que distintos estudios cifran el porcentaje de éxito tras estas intervenciones entre un 70% y un 80%. El inconveniente del generador es la batería, que se agota cada cierto tiempo y para cambiarla el paciente deberá pasar por el quirófano de nuevo.
Los pacientes candidatos deberán tener más de 18 años y menos de 70; llevar más de cinco años con esta patología; estar incapacitados; no tener otras enfermedades asociadas; no responder al tratamiento con fármacos, y tener plena capacidad para dar su consentimiento.