Un estudio publicado en el último número de «Neurology» relaciona los vuelos de larga duración con un riesgo mayor de padecer un determinado tipo de ictus. Esta investigación, realizada durante ocho años entre los viajeros del aeropuerto Charles De Gaulle de París, vuelve a incidir en la importancia de prevenir la formación de coágulos sanguíneos en estos viajes con el fin de evitar este tipo de patologías.
Los ejercicios que se deben poner en práctica para eludir los sustos son de lo más sencillo. Se pueden encontrar diversos ejemplos en el sitio de la Organización de Consumidores y Usuarios (www.ocu.org/map/show/5561/src/27871.htm).
Además, el informe incide en la relevancia de mantener una adecuada hidratación durante el vuelo, puesto que la escasa humedad del aire en el interior del avión puede resecar las vías respiratorias, la córnea, la piel, etc.