Con una alimentación sana se pueden evitar enfermedades oculares tan graves como la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). Así se puso de manifiesto en el II Encuentro Internacional del Grupo de Expertos en Micronutrición Ocular (GEMO), celebrado recientemente en París. Los expertos incidieron en la importancia que tiene la nutrición como factor modificable que puede actuar tanto de manera protectora como de riesgo en el desarrollo de algunas enfermedades oculares.
Los especialistas destacaron que una dieta variada y rica en frutas, verduras, pescados azules y aceites como los de oliva y soja, todo ello acompañado de ejercicio y el abandono del tabaco, constituyen un modo de vida saludable e idóneo para la prevención de la degeneración macular.
Aunque se sabe que los factores genéticos son claves en esta enfermedad, no es menos cierto que «algunos factores externos modificables como el tabaco o la dieta son responsables de que personas predispuestas puedan llegar o no a desarrollar la DMAE», explicó Alfredo García Layana, oftalmólogo de la Clínica Universitaria de Navarra.
La degeneración macular relacionada con la edad es una lesión de la mácula, punto de la retina donde se reúnen los rayos de luz enfocados por la córnea y el cristalino, en la que la visión lateral no está afectada pero provoca una visión central reducida que dificulta o imposibilita la actividad diaria, si no se utilizan dispositivos adecuados. La degeneración macular ocurre con mayor frecuencia en personas ancianas siendo la edad la causa más frecuente de incapacidad visual.