Un estudio de la Universidad de Texas (Estados Unidos) indica que la curcumina, el pigmento amarillo que se encuentra en la especia cúrcuma, y un ingrediente clave en la salsa de curry asiática, inhibe el crecimiento de las células de melanoma y estimula la muerte de dichas células tumorales.
Según los expertos, la curcumina además de tener efectos antioxidantes y antiinflamatorios ha mostrado tener propiedades anticancerígenos. En otros tumores, se ha demostrado que inhibe el crecimiento tumoral y estimula la apoptosis, un mecanismo intracelular de las células de todo tipo que activa un programa de «suicidio» celular.
Los resultados del estudio han determinado que el tratamiento de curcumina disminuye la viabilidad celular en las tres líneas celulares en una forma dependiente de dosis. Además, la curcumina indujo apoptosis en células tumorales en altas concentraciones en periodos cortos de tiempo y bajas concentraciones en periodos largos de tiempo.
En opinión de los investigadores, la curcumina es un potente supresor de viabilidad celular y un inductor de apoptosis en líneas celulares de melanoma. Los autores de la investigación han señalado que en la actualidad se diseñan una investigación para determinar los efectos de la curcumina en modelos animales de melanoma y futuros ensayos clínicos.