Una característica de las células cancerígenas es la presencia excesiva o muy reducida de cromosomas. Científicos del Georgetown University Medical Center han identificado una mutación genética que interviene en el número de cromosomas final de cada célula. El 20% de las muestras cancerígenas que analizaron no contenían la proteína STAG2, un componente fundamental del proceso de división celular, lo que indica una pérdida o mutación del gen STAG2.
El estudio, que publica la revista «Science», explica que si se produce una mutación de este gen aumentan las posibilidades de que durante el proceso de división celular se distribuya un número desigual de cromosomas a las dos nuevas células creadas. Estas presentarán un número excesivo o insuficiente de cromosomas que las predispondrán al desarrollo de un cáncer.
«En los cánceres que hemos estudiado, las mutaciones en STAG2 parecen ser un primer paso en la transformación de una célula normal en otra cancerígena», asegura el científico Todd Waldman. Hasta ahora los investigadores habían comprobado su teoría en tejidos afectados por cáncer cerebral, melanomas y cánceres óseos. En la nueva etapa que acaban de comenzar analizarán la presencia de la proteína STAG2 en muestras de cáncer de mama, de colon y de pulmón. Además, los autores del estudio trabajarán en la identificación de nuevos fármacos que ataquen de manera selectiva a las células con este tipo de mutaciones.