La mayoría de los métodos anticonceptivos, a excepción del preservativo masculino y la vasectomía, están dirigidos a la mujer, que debe elegir el mejor para ella, su estilo de vida y sus circunstancias, pues no todos los sistemas son aptos para todas. De entre las opciones existentes, la más popular es la píldora. Ahora llega a España una nueva píldora que ofrece otras ventajas: es capaz de reducir la menstruación a cuatro episodios al año o eliminarla por completo. A continuación se describen cuáles son los métodos anticonceptivos hormonales, qué características tiene esta píldora y la importancia de la educación sexual en la anticoncepción.
Hasta ahora las mujeres disponían de métodos de anticoncepción con una combinación de estrógenos y progestágenos en diferentes formas de presentación (parche, anillo, píldora) que confinaba la cantidad de sangrado. Su función anticonceptiva se debe a que «los gestágenos inhiben la ovulación y los estrógenos controlan el sangrado, por lo tanto no hay ovulación. Además, la acción progestagénica espesa el moco cervical dificultando el avance de los espermatozoides», señala el doctor José Ramón Serrano Navarro, médico ginecólogo, jefe de servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Alto Deba en Mondragón (Guipúzcoa) y presidente de la Sociedad Española de Contracepción.
Cuando se toma la píldora, el sangrado periódico son pérdidas por deprivaciónHay otros anticonceptivos que contienen solo progestágeno como componente hormonal único y que también se ha comercializado en distintas presentaciones (píldora, inyectable intramuscular, DIU de liberación hormonal e implante). En este caso, disminuye la cantidad de la pérdida sanguínea.
Hay que tener en cuenta que cuando se toma la píldora, el sangrado periódico que tiene la mujer no es una menstruación real, sino que son pérdidas por deprivación provocada por una combinación de un estrógeno -propio de la mujer o exógeno- y una progestina. Este sangrado tiene un color color marrón o café y se da en poca cantidad, a diferencia del ciclo menstrual que es rojizo y dura entre cuatro o cinco días.
Solo cuatro reglas al año
Hace poco saltó otra vez a los medios de comunicación la noticia de la próxima comercialización de una nueva píldora anticonceptiva que reducirá la regla a cuatro episodios anuales o la eliminará por completo.
La nueva píldora será de ayuda sobre todo para mujeres que sufren dismenorrea y tensión premenstrual
Pero en realidad no es tal la novedad: esta píldora está aprobada desde el año 2007 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) y está disponible en otros países, aunque, por cuestiones de comercialización -en la usuaria española persistía el mito de la regla como forma de «depuración»-, nunca llegó a estar a la venta en España.
Probablemente, señala el doctor Serrano, en el momento actual el perfil de la mujer en nuestro país está cambiando y las jóvenes tienen superado esta falsa creencia. «De hecho, ya se hacen algunas pautas con las píldoras habituales cuando se programa un viaje o una competición deportiva con el fin de retrasar el sangrado por deprivación», añade.
Según el especialista, esta píldora será de gran ayuda, sobre todo, para mujeres que sufren dismenorrea -aun al tomar las píldoras convencionales- y tensión premenstrual.
En cuanto a los efectos secundarios, «clínicamente demostrados, no serán distintos a las molestias que pueden provocar las píldoras habituales hasta que el cuerpo se ha adaptado: leve hinchazón, sensación de tensión mamaria, cefalea o ligero aumento de peso, entre otras», agrega el doctor Serrano.
De la misma manera sus contraindicaciones son similares. Según el documento ‘Criterios médicos de elegibilidad para el uso de anticonceptivos’ de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en general no están recomendadas en mujeres con antecedentes personales de trombosis o tromboflebitis y en algunas patologías cardiovasculares.
Educación contra la desinformación sexual
La última encuesta llevada a cabo por el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) aporta un escenario poco favorable en cuanto a la contracepción en la población española. Según muestran los resultados, solo el 73% de mujeres entre los 15 y los 49 años de edad, periodo en el que se las considera sexualmente activas, reconoce que utiliza medidas de prevención cuando mantienen relaciones sexuales. Este resultado coloca a España en décimo lugar, si se le compara con el resto de los países europeos.
Más de 33 millones de embarazos no deseados en todo el mundo se deben a no usar métodos anticonceptivos o usarlos mal
El método anticonceptivo más empleado en nuestro país es el preservativo (31,3%) y el de primera elección en la primera relación, en la que el 92,9% de las mujeres lo escoge. El 27,3% de las participantes asegura que no usa ninguno, siendo más frecuentes en mujeres entre 45 y 49 años.
Sin embargo, aunque la fertilidad disminuye, no lo hace el riesgo de embarazo. Por ello, los especialistas insisten en que no hay que olvidar la anticoncepción a estas edades, tanto para evitar gestaciones no deseadas como abortos: se estima que la mitad de las mujeres mayores de 40 años que quedan en estado decide abortar.
Más de 33 millones de embarazos no deseados que suceden en todo el mundo son culpa de la no utilización de métodos anticonceptivos o de su uso erróneo. Y es que creencias populares sin respaldo científico y la gran cantidad de información sin contrastar que figura en Internet tampoco ayuda demasiado a combatirlas, ni a ellas, ni a sus efectos secundarios, como son también además del embarazo las enfermedades de transmisión sexual (sida, gonorrea, sífilis, candidiasis…).
Por este motivo, son tan importantes las campañas de concienciación y los programas de educación sexual para los más jóvenes. Es fundamental que conozcan qué tipo de métodos anticonceptivos hay disponibles, contra qué protegen cada uno y, sobre todo, cuál es la manera idónea de usarlos. Los jóvenes, y los que no son tanto, deberían saber que pueden consultar sus dudas a los profesionales de salud de referencia (médico, enfermera, matrona o ginecólogo), que son fuentes de información basada en evidencia científica.