Una técnica pionera para inyectar células madre en el cerebro de pacientes con discapacidad adquirida tras un accidente cerebrovascular ha superado las pruebas de seguridad en los tres primeros candidatos, por lo que los investigadores avanzarán para aumentar la dosis inicial tolerada.
La compañía de biotecnología británica ReNeuron Group PLC, responsable del ensayo, asegura que «la empresa independiente Data Safety Monitoring Board ha revisado los datos de seguridad de su terapia de células madre ReN001» y recomienda «avanzar para probar dosis más altas». «Los datos de las pruebas de seguridad en el laboratorio y los exámenes neurológicos llevados a cabo hasta ahora indican que el tratamiento ReN001 es seguro y bien tolerado en la dosis inicial», afirman.
El procedimiento, que utiliza células madre derivadas de fetos humanos en lugar de embriones, consiste en inyectar las células madre nerviosas en el cerebro de los pacientes para que reparen las zonas dañadas por el ictus, con lo que mejoran las funciones mental y física.
El investigador principal del estudio, Keith Muir, del Instituto de Neurociencia y Psicología de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), espera que «la evaluación de los pacientes con una dosis más alta sea positiva». «ReN001 tiene potencial para hacer frente a una muy importante necesidad médica no cubierta en pacientes con accidente cerebrovascular y con discapacidad», añade Muir.