En 10 o 15 años podría estar disponible un tratamiento efectivo contra el Alzheimer, teniendo en cuenta que ya hay varios fármacos prometedores en ensayos clínicos. Así lo aseguró ayer, Día Mundial del Alzheimer, el experto Ismail Kola durante un simposio científico celebrado en el Ministerio de Sanidad y Consumo, en el que se abordaron las nuevas terapias contra esta enfermedad neurodegenerativa. En cuanto a una posible vacuna, añadió el especialista, su mayor reto será evitar los efectos adversos indeseables que han hecho fracasar ensayos anteriores.
Kola, de los Laboratorios de Investigación Merck en EE.UU., aclaró que «existe base científica para pensar conceptualmente que una vacuna funciona», aunque «el problema es si funcionará sin efectos secundarios». Fue precisamente la gravedad de los mismos la que hizo inviable en la práctica una anterior vacuna que estaba siendo ensayada en humanos. Ahora, tras los últimos estudios que han vuelto a replantear esa opción frente al Alzheimer, el experto insiste en que «el gran reto es conseguir que sea eficaz y segura».
El simposio pasó revista a los actuales tratamientos paliativos del Alzheimer -únicamente la memantina está indicada para fases avanzadas, mientras los inhibidores de la acetilcolinesterasa sólo lo están para la leve y la moderada- y examinó las expectativas de futuro de las investigaciones en marcha. Para completar la visión integral de la enfermedad, el encuentro reservó sendos huecos al análisis de su carga social y a la exposición de las aportaciones que las nuevas tecnologías pueden hacer a la calidad de vida del paciente.
Desde este punto de vista, Fernando Schwartz, en representación de Tecnología para Vivir (T4L) y la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (Afal), examinó las posibilidades de la domótica o automatización de la vivienda para mejorar el entorno del paciente. En concreto, se refirió a la implantación de sistemas inalámbricos en residencias y a la creación de un «ambiente inteligente» para conseguir un «modelo de cuidado de gestión más eficiente». Un proyecto en esa línea podría estar funcionando a finales del próximo año.
Desde la perspectiva de la carga social, la neuróloga Mercè Boada, directora médica de la Fundación ACE, recordó que el tratamiento del Alzheimer viene a costar 2.400 euros al mes, o 28.800 euros al año. Pero advirtió de que esa cantidad, que engloba los costes directos e indirectos de la enfermedad, es sólo una parte de la realidad. «Estamos hablando de sentimientos, del coste psicológico», remarcó.