El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha presentado los primeros resultados en humanos de una prometedora vacuna contra el VIH, desarrollada y patentada por este organismo, que ha conseguido inducir una respuesta inmune contra el virus en el 90% de las personas que la han recibido. Además, estos efectos se mantienen durante al menos un año en el 85% de los casos.
«La vacuna ha demostrado ser altamente inmunogénica y segura», aseguró el investigador del Centro Nacional de Biotecnología Mariano Esteban, responsable de esta investigación en la que también han participado el Hospital Clínic de Barcelona y el Gregorio Marañón de Madrid. Esteban se felicitó de que este prototipo, conocido como «MVA-B», pueda incluirse «entre la primera división de las vacunas contra el VIH» que se investigan actualmente, al ser «tan potente como algunas y mucho más que otras muchas».
La vacuna, cuyo desarrollo se inició hace más de 10 años, actúa sobre el subtipo B del VIH, el más prevalente en Europa y América. El primer estudio en fase I realizado en humanos ha incluido a un total de 30 individuos sanos, que se seleccionaron del total de 370 voluntarios que se habían ofrecido a participar en esta pionera investigación. De estos, 24 recibieron por vía intramuscular la vacuna en tres dosis, mientras que los otros seis recibieron placebo. En ambos casos, se realizó un seguimiento durante 48 semanas y, según observaron, el 90% de los casos desarrolló una respuesta inmune que se mantuvo en el tiempo en la mayoría de ellos (85%).
El objetivo de una vacuna en individuos sanos es conseguir que su sistema inmunológico esté preparado para detectar y aprender a combatir los distintos componentes del virus. En esta tarea juegan un papel importante tanto los anticuerpos como determinadas células clave en la defensa contra patógenos, como son linfocitos T CD4 y CD8.
El investigador del Clínic de Barcelona Felipe García otro de los responsables de este estudio, apuntó que «aunque la vacuna ha demostrado ser capaz de estimular tanto a células como anticuerpos, los siguientes estudios deben demostrarnos si estas defensas son suficientes para proteger al ser humano del virus». No obstante, añadió Esteban, lo que sí ha demostrado este compuesto es que la capacidad de estimulación es «más alta» que la que han ofrecido otras vacunas en fase de estudio más avanzada, «lo que hace que merezca la pena seguir con su desarrollo».