¿Se puede usar la crema del cuerpo en la cara?

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En el mercado existe un cosmético para tratar prácticamente cada área del cuerpo, pero muchos se preguntan si es malo utilizar la misma crema de la cara para el cuello o el contorno de ojos. También hay una gama específica para hombre y otra para mujer. Entonces, ¿no podemos compartir productos? Rubén Hernández, presidente de la Asociación Española de Cosmetólogos y Cosmiatras (AECOSM), nos da las claves.

La piel del hombre suele ser más gruesa que la de la mujer, con mayor espesor de capa córnea (la más externa de la piel). Si queremos tratar la arruga, los ingredientes activos son los mismos para ambos sexos.

Otra cosa diferente es la rutina. Los hombres, por el afeitado, necesitan más exfoliación, y normalmente los cosméticos de hombres son de textura más ligera, con menos aceites, porque su piel tiene más grasa que la femenina.

En este caso, es cuestión de seguridad. Se trata de un producto que está diseñado específicamente para esa zona y, por lo tanto, tiene que ser testado oftalmológicamente, ya que el riesgo de que el producto toque el interior del ojo es alto. Tratar una pata de gallo o una arruga en la frente no es distinto que tratarlas alrededor del ojo, pero los ensayos clínicos de los contornos incluyen pruebas para comprobar que no dañan el ojo.

Las cremas y lociones hidratantes para el cuerpo suelen tener una formulación mucho más sencilla que las de la cara, ya que es una zona que suele tener menos necesidades (salvo el caso de los anticelulíticos). Pero la piel del cuello y la de la cara sí son muy parecidas. “Como profesional, recomiendo la misma crema de la cara, para cuello y escote sin problema”, aconseja Rubén Hernández.

Sí que hay diferencia, pero dependerá de las necesidades de cada piel. Las de la noche están pensadas para aprovechar la regeneración natural de la piel que ocurre mientras dormimos, por ello suelen ser más densas, grasas (durante el día estos brillos pueden molestar) y, por ejemplo, no incluyen fotoprotección. Las del día sí que lo incluyen normalmente y son más fluidas.

Varios ingredientes cosméticos han demostrado alta efectividad y están respaldados por una sólida investigación científica. Aunque hay que recordar que por muy bueno que sea un ingrediente, si el producto cosmético no está bien elaborado puede perder su efectividad.

Los siguientes ingredientes han sido extensamente estudiados y sus beneficios están bien documentados en la literatura científica, por lo que pueden ayudarnos a la hora de elegir.

Conocido por su capacidad para estimular la renovación celular y aumentar la producción de colágeno, esta forma de la vitamina A es uno de los ingredientes más efectivos para combatir el envejecimiento y probablemente el ingrediente cosmético con más estudios, ya que se vienen realizando desde hace más de 40 años. Esta popularidad ha hecho que los fabricantes empleen este principio activo en gran cantidad en sus productos.

Sin embargo, la Unión Europea acaba de limitar la concentración de retinol en los cosméticos para 2025: un máximo del 0,3 % en cosméticos faciales y del 0,05 % en los corporales. El objetivo de esta limitación es evaluar la exposición de la población europea a un exceso de vitamina A.

• Ceramidas. Estos lípidos que se encuentran de forma natural en nuestra piel son cruciales para mantener la barrera cutánea y la hidratación.
• Ácido glicólico. Este ácido alfahidroxiácido (AHA) es efectivo para la exfoliación y mejora de la textura de la piel.
• Vitamina C. Potente antioxidante que ayuda a iluminar la piel y a protegerla del daño ambiental.

¿La piel de un menor de 12 años necesita algún tipo de crema o cosmético? “Todos los profesionales sanitarios trabajamos arduamente para combatir la cosmeticorexia, es decir, el abuso de productos cosméticos antiedad en edades infantojuveniles. Es crucial que los padres comprendan que la piel de los niños y las niñas no está completamente desarrollada, es más sensible y no debe exponerse a ciertos cosméticos destinados a adultos”, explica Tomás Muret, vocal de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), quien recomienda una rutina básica para los menores de 12 años sin patologías cutáneas: un limpiador suave y un protector solar de amplio espectro.

¿Y la piel adolescente? “La necesidad de cuidados en jóvenes es menor que en los adultos, salvo que haya un desequilibrio. En este sentido, un exceso de grasa puede dar lugar a granitos, puntos negros o una piel apagada. Hay también jóvenes con una capacidad de renovación más lenta, que hace que la piel quede más gruesa y que se taponen los poros. Pero si no existen estos desequilibrios, la piel de un adolescente necesita limpieza, el cuidado con una hidratante, que no viene mal a nadie en ninguna edad, y fotoprotección, que es obligatoria desde que nacemos hasta que morimos”, relata Rubén Hernández.