El uso de fotoprotectores de factor 15 hasta los 18 años «puede reducir en un 78% el riesgo de tener tumores cutáneos», según explican miembros de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP).
La aparición del cáncer de piel «se relaciona con la exposición a los rayos solares durante períodos de tiempo largos y con exposiciones intermitentes e intensas», añaden. De esta forma, desde estas sociedades científicas consideran que más del 90% de los tumores aparecen en áreas expuestas al sol como son «la cara, el cuello, las orejas, los antebrazos y las manos». Esta situación se agrava durante los baños en la playa, ya que la arena «refleja entre un 10% y un 25% de los rayos», aseveran. Con ello, el incremento de los nuevos casos de melanomas en Europa se ha elevado hasta el 18%. Sin embargo, desde la AEPap aseguran que, cogido a tiempo, la supervivencia es de entre el 90% y el 95%.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reflejan que cada año se producen en todo el mundo más de dos millones de cánceres de piel distintos y 200.000 melanomas malignos. Especialmente dañino es este último, ya que aunque solo representa el 4% de los casos de tumores de piel, es «responsable del 80% de las muertes por este tipo de cáncer», indican. Para el pediatra y miembro del grupo PREVINFAD, de la AEPap, el doctor Manuel Merino, las medidas de precaución son fundamentales, sobre todo para las personas que tengan la piel clara. Además, incide en que la piel tiene memoria al asegurar que «está demostrado que el efecto cancerígeno de las radiaciones solares es acumulativo».
Las dos sociedades científicas insisten en la importancia de las campañas divulgativas a la hora de promocionar la fotoprotección en padres y niños. Consideran así «esencial» la actuación sinérgica de dermatólogos y pediatras junto con las escuelas y los programas comunitarios. Ante todo, creen oportuno evitar las quemaduras solares y, para ello, aconsejan «evitar la exposición excesiva al sol, tratar de no estar bajo él durante las horas centrales del día, emplear crema que cubra la piel y utilizar gafas homologadas que tengan filtro ultravioleta UVA y UVB». Además, afirman que es necesario aplicarse fotoprotectores de factor 15 o superior y extendérselas antes de exponerse al sol y cada dos horas.
Desde AEPap y SEPEAP también hacen especial hincapié en que las personas se protejan los ojos este verano. «Una larga exposición puede contribuir a la aparición de afecciones de las capas que envuelven el ojo, de la córnea e incluso de la lente del cristalino», explica la pediatra de Atención Primaria de SEPEAP, la doctora Carmen Gancedo. Esta doctora aconseja a la población tener en cuenta el tipo de filtro solar de las lentes que se van a emplear y las características ópticas de la misma. «Según el grado de intensidad con el que filtran la luz visible, la Unión Europea clasifica las gafas solares del cero al cuatro», concluye.