Qué es la varicela
La varicela es una infección sistémica aguda que aparece por lo general en la infancia. Está causada por el virus de la varicela-zóster (VVZ), que es miembro de la familia del herpesvirus (Herpesviridae).
El término «varicela» tiene su origen en el latín medieval «variola», que significa «pústula». Se tienen pruebas de que esta enfermedad era conocida en la antigua Babilonia, hace más de 2.000 años. En un principio, la varicela se confundió con una variante de la viruela; no fue hasta el siglo XVIII cuando se vio que se trataba de dos patologías distintas. En 1892, el profesor húngaro János Bókay de Bóka comenzó a sospechar que el virus responsable de la varicela era el mismo que causaba el herpes zóster. Su teoría fue confirmada un siglo después utilizando técnicas de enzimas de restricción y secuenciación de ADN.
¿Afecta también a los adultos o solo a los niños?
La varicela suele afectar a niños menores de 10 años, pero también puede contagiar a adolescentes y adultos. En algunos casos, puede presentarse con complicaciones graves, especialmente en pacientes inmunodeprimidos o con enfermedades previas. En climas templados, más del 90 % de la población ha contraído la enfermedad antes de los 15 años y un 95 % al comienzo de la vida adulta.
Cómo se contagia y sus causas
La varicela es altamente contagiosa, especialmente para aquellos que no han pasado la enfermedad o no han sido vacunados. Según estudios, la tasa de riesgo de contagio entre individuos que conviven es del 90 %.
Se transmite principalmente por contacto directo con la persona infectada, pero también puede propagarse a través de gotículas o aerosoles que se emiten al hablar, toser o estornudar. Es importante tener en cuenta que la varicela puede contagiarse 48 horas antes de que aparezcan los primeros síntomas.
El virus se propaga con mucha facilidad a través de las vesículas que se forman en la piel, que tienen una alta carga viral. La enfermedad sigue siendo contagiosa hasta que se forman costras en todas las lesiones, lo que suele ocurrir alrededor del séptimo u octavo día desde que se manifiestan los síntomas.
Además, la varicela puede transmitirse de madre a hijo a través de la placenta durante la gestación. Las consecuencias pueden variar dependiendo del momento en que se produzca la infección. Si la infección ocurre entre las semanas 8 y 20 de embarazo, los riesgos para el feto son menores. Si se produce en las últimas semanas, la probabilidad de complicaciones es mayor, especialmente en lo que se refiere a la posible aparición de neumonía neonatal.
¿Cuáles son los síntomas de la varicela?
En ocasiones, la varicela puede cursar de manera asintomática durante los primeros días de infección. En otros casos, pueden aparecer señales que se asemejan a un catarro convencional bastante leve.
Alrededor de las dos semanas, surgen las primeras señales:
- dolor muscular
- fiebre alta (entre 39,5-40 ºC)
- malestar general
- comienzan a salir las primeras lesiones cutáneas, que son muy características. En un principio, estas lesiones se manifiestan como un exantema maculopapular pruriginoso que evoluciona a vesícula, pústula y costra a medida que pasan los días. El brote y maduración de estas erupciones dura de seis a siete días. Las lesiones se presentan primero en la cabeza, la cara y el cuello, para luego extenderse por el tronco y las extremidades. Incluso pueden aparecer en la cavidad bucal (enantema).
¿La varicela es peligrosa?
La varicela es una enfermedad considerada leve, aunque no está exenta de complicaciones. La mayoría de los casos están relacionados con infecciones de las lesiones cutáneas debido a la falta de higiene o al rascado excesivo, lo que puede dejar cicatrices permanentes.
👦 Varicela en niños
La varicela es especialmente peligrosa en bebés menores de tres meses y requiere atención médica inmediata, ya que pueden presentar complicaciones neurológicas u otros trastornos sistémicos, como neumonía.
Aunque infrecuente, la complicación más grave en niños es el síndrome de Reye, que ocurre después de una infección viral, como es la varicela o la gripe. El consumo de ácido acetilsalicílico (aspirina) durante la infección aumenta el riesgo. El síndrome de Reye causa inflamación e hinchazón del cerebro, lo que puede llevar a un deterioro y pérdida de la función hepática.
🧔 Varicela en adultos
La varicela en adultos presenta los mismos síntomas que en los niños, pero a menudo se manifiesta de forma más intensa. Además de las molestias típicas de la enfermedad, la varicela puede complicarse, especialmente cuando existen enfermedades subyacentes o el sistema inmunológico del paciente está debilitado (como sucede en personas con VIH o cáncer, pacientes trasplantados y personas que están recibiendo quimioterapia o medicamentos inmunodepresores).
Algunas de las complicaciones que pueden aparecer son:
- Infecciones bacterianas en otras partes del cuerpo y en sangre (septisemia)
- Deshidratación
- Síndrome de Reye (en personas que toman aspirina)
- Infección o inflamación del cerebro (encefalitis o ataxia cerebral)
- Miocarditis
- Neumonía
- Artritis
Tratamiento y prevención de la varicela
La varicela se trata dejando que la enfermedad siga su curso natural.
- Para aliviar el picor, el médico puede recomendar aplicarse cremas o lociones y tomar antihistamínicos. También se recomienda colocar compresas húmedas sobre la piel y darse baños tibios con avena coloidal para reducir el prurito.
- Si se presenta fiebre, el paracetamol o la dipirona (metamizol) son los medicamentos más adecuados.
- En caso de una infección bacteriana, deben administrarse antibióticos bajo la supervisión médica.
- En personas como el sistema autoinmune comprometido, los facultativos también pueden recetar medicamentos antivirales, como el aciclovir.
✅ Vacuna contra la varicela
La forma más efectiva de prevenir la varicela es a través de la vacunación. Desde 2015 la vacuna de la varicela está incluida en el calendario de inmunizaciones español y se administra en dos dosis: a los 15 meses y a los 3-4 años.
Además, Sanidad propone la vacunación sistemática con dos dosis para todas las personas sanas mayores de 12 años que no tienen evidencia de inmunidad. Es especialmente importante que las siguientes personas se vacunen: mujeres en edad fértil, trabajadores sanitarios y cuidadores de enfermos crónicos, docentes de guarderías y educación primaria, personas en contacto cercano con niños menores de 10 años y aquellas que conviven con pacientes inmunodeprimidos. La vacuna de varicela está contraindicada en embarazadas y personas inmunodeprimidas.