Ya todos estamos en la Fase 1 del Plan para la Transición hacia la nueva normalidad. Por lo que cualquier ciudadano que no esté enfermo de covid-19 o no presente algunos de sus síntomas (fiebre, tos, dificultad para respirar, pérdida del gusto u olfato…) puede reunirse en domicilios con otras personas con las que no conviva. Pero hay un límite: con hasta 10 individuos en la Fase 1 y hasta 15 en la Fase 2. Y es que, aunque todos los datos son más positivos, debemos tener presente que el riesgo a contagiarnos por coronavirus SARS-CoV-2 está ahí. Un brote intrafamiliar producido hace unos días en Tenerife es buena prueba de ello. Entonces, ¿cómo hacer estas visitas de forma segura? En las siguientes líneas contamos qué debes tener en cuenta en estos encuentros con la familia y los amigos.
Qué personas ya pueden reunirse en domicilios
Desde la Fase 1 ya es posible el contacto social con personas con las que no se conviva. Y dentro de este contacto con terceros entran reuniones al aire libre, como en bares y restaurantes, pero también en domicilios.
En un principio, se planteaba que estas visitas a la familia y los amigos podrían darse entre personas sin ninguna patología y que no fueran vulnerables a la covid-19, como se desprende de este documento del Ministerio de Sanidad (3 de mayo). ¿Y quiénes son considerados vulnerables? Los mayores de 60 años y aquellas personas diagnosticadas de hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer e inmunodeficiencias, además de las embarazadas por el principio de precaución. “Con grupos de alto riesgo no deberían hacerse aún”, aconseja prudente la farmacéutica y divulgadora Gemma del Caño.
Pero en un texto más actualizado (23 de mayo) se incluye que estas personas sí pueden tomar parte en estas reuniones. No obstante, lo podrán hacer “siempre que su condición clínica esté controlada y lo permita, y manteniendo rigurosas medidas de protección”. ¿Cuáles? Para Jesús Molina Cabrillana, médico de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), es recomendable que los grupos vulnerables usen mascarillas higiénicas para protegerse y que se limite el número de personas y el tiempo de este tipo de reuniones. “Nada de sobremesas largas. Si antes estábamos cuatro horas, ahora con dos valdría”, pone como ejemplo.
Quiénes no pueden participar en las visitas
En estos encuentros sociales con amigos, familiares y vecinos no pueden participar “personas que presenten síntomas, estén en aislamiento domiciliario o cuarentena por un diagnóstico por COVID-19 o ser contacto estrecho”, recuerdan en el documento de Sanidad. El especialista en medicina preventiva va más allá. “Si tengo síntomas de que no me encuentro bien, no debería ir a este tipo de eventos. Antes por un catarro igual íbamos, pero ahora tenemos que estar más alerta”, advierte.
Qué hacer antes de visitar a familiares y amigos
Imagen: Maryia Plashchynskaya
Hemos esperado mucho para poder celebrar estas primeras reuniones. Con ellas vamos recuperando nuestra vida social y familiar. No es lo mismo que tengan lugar en una casa con jardín o terraza amplia, que en un piso. Pero, en cualquier caso, no debemos descuidar las medidas de seguridad para evitar brotes, y eso supone incorporar una serie de costumbres antes de la visita:
- Llamar por teléfono para consultar si al final es posible el encuentro. Se acabó lo de llegar sin avisar. Un síntoma de enfermedad, por pequeño que sea, en los anfitriones debe ser tomado en consideración para cancelar la cita en esa casa.
- ¿Alguien ha tenido covid-19? “Si me he recuperado y llevo más de tres días sin síntomas y sin fiebre, ya no contagio”, apunta Molina.
- Nos podríamos tomar la temperatura, como se hace a la entrada de centros de trabajo, colegios, comercios… para descartar fiebre. De hecho, puede ser una práctica conveniente, pero hay que tener en cuenta que el aumento de temperatura corporal puede deberse a múltiples causas, como explicamos en este artículo sobre la fiebre.
- Llevar siempre en la calle mascarilla en la cara, como obligan las autoridades, y gel hidroalcohólico en el bolso o bolsillo, por si fuera necesario utilizarlo.
- Si te trasladas en medio de transporte público, toma estas precauciones.
- Si puedes, usa las escaleras, en vez del ascensor, e intenta no tocar superficies. El coronavirus puede esconderse en sitios insospechados.
Medidas de seguridad e higiene durante la reunión
Según las instrucciones de Sanidad, durante estos contactos sociales “deberán respetarse las medidas de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias: distancia mínima de seguridad de dos metros, medidas alternativas de protección física si no fuera posible (mascarilla), higiene de manos y etiqueta respiratoria”. Es decir, todo aquello que ya sabemos es imprescindible para evitar contagios por coronavirus y que incluye, además del lavado frecuente de manos con agua y jabón o gel antiséptico, toser y estornudar en la flexión del codo, no tocarse los ojos, la nariz y la boca y usar pañuelos desechables para tirarlos tras utilizarlos y, seguidamente, lavarse las manos.
Sin embargo, Jesús Molina considera que, además de un incremento en las medidas de higiene, poco más podría recomendarse como medida específica en estos espacios. “Hay que empezar a normalizar en la medida de lo posible. Se trata de ir reanudando la vida social y familiar de forma gradual y con sentido común. Más que nada hay que hacer un llamamiento a la responsabilidad individual”, sostiene. En una casa, por lo general, es difícil guardar la distancia física, y después de tanto tiempo sin vernos, aún más.
“El escenario es distinto al de un espacio público donde coincides con personas de distinta procedencia y con las que luego pierdes el contacto. En esta etapa de desescalada debemos asumir que en una reunión con familiares y amigos se puede producir alguna transmisión, aunque el riesgo es muy pequeño porque la incidencia del virus ahora no es ni de lejos la que teníamos hace un mes. Pero si se da el contagio, será en un entorno muy controlado. Y a la hora de poner en marcha las estrategias de rastreo de contactos (trazabilidad de contactos), esto facilita la labor enormemente: se puede detectar y atajar con más rapidez”, apunta el experto.
¿Y mascarilla? Molina no lo ve factible, excepto en el caso de los colectivos vulnerables. Gemma del Caño, por su parte, reconoce que la decisión sobre su uso dependerá del criterio de cada persona, pero considera que “es importante tener en cuenta que las mascarillas higiénicas evitan contagiar, así que la decisión en este caso sería que todos las llevaran”. Pero a la hora de comer, habría que retirar la mascarilla para no manipularla.
Qué debe tener en cuenta el anfitrión en las visitas
El anfitrión deberá implementar una serie de medidas “sin extremismos, pero con criterio”, señala Del Caño. “Si no las tomaba antes, tendrá que empezar a hacerlo ahora”, manifiesta. Y algunas deberá pedirlas a sus invitados nada más llegar a casa. La principal norma que atañe a todos es el lavado de manos con agua y jabón: al entrar en la vivienda, después de ir al baño, antes de comenzar a comer y después de recoger todo. Los zapatos y otros objetos que no se vayan a utilizar podrán dejarse en la entrada, como hacemos en nuestros hogares.
Imagen: Free-Photos
En cuanto a la preparación de la comida familiar, las pautas higiénicas de manipulación de los alimentos no son distintas en tiempos de pandemia a las que se deben aplicar siempre en nuestras cocinas por seguridad alimentaria. Y eso que el coronavirus no se transmite por la comida. Sigue estas normas que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha publicado como información para los consumidores:
- Antes de guardar los alimentos, siempre que sea posible, desecha el embalaje exterior, siempre prestando atención a la información clave, como la fecha de caducidad o de consumo preferente.
- Lávate las manos antes, durante y después de la manipulación de alimentos. Siempre después de manipular alimentos crudos, de toser, de estornudar o de ir al aseo.
- Mantén la limpieza de las superficies y utensilios empleados en la preparación de alimentos, así como del frigorífico.
- Cocina completamente los alimentos.
- Separa los alimentos crudos de los cocinados.
- No tosas ni estornudes sobre los alimentos.
- Lava todas las frutas y verduras. Además, desinfecta las que se vayan a consumir crudas y sin pelar. Para ello deben sumergirse durante cinco minutos en agua potable con una cucharadita de postre de lejía (4,5 ml) por cada 3 litros de agua. Después se aclararán con abundante agua corriente. La lejía debe estar etiquetada como “apta para la desinfección de agua de bebida”.
Por otro lado, se debería insistir en la limpieza previa y posterior de las zonas comunes, así como en la ventilación de estos espacios. Todos los utensilios que se empleen (vajillas, mantelería, cristalería…) deben guardarse limpios en armarios, no en lugares descubiertos. ¿Y los asientos? “Si se quieren limpiar, sin problema”, responde la experta en seguridad alimentaria.
Qué hacer al volver a casa tras la reunión familiar
Una vez acabada la reunión con la familia o los amigos, según el experto en medicina preventiva, no es necesario aplicar ninguna medida desinfectante extra al llegar a nuestra casa. Pero no está demás seguir con las pautas que recomiendan las fuentes sanitarias oficiales y que ya hacemos al volver de paseo, la compra o el trabajo.
Eso sí, el lavado de manos de nuevo volverá a ser esencial. También lo será quitarnos los zapatos y la ropa, “pero no hace falta hacer un tratamiento especial”, asegura Del Caño.