Este especialista es autor de diversos artículos y presentaciones en congresos nacionales e internacionales sobre hipnosis y psico-oncología. Imparte cursos de postgrado en el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) y actualmente preside la Sociedad Catalana de Investigación y Terapia del Comportamiento (SCRITC, en sus siglas catalanas). El pasado julio, además, fue noticia por organizar en el recinto del Forum de Barcelona el V Congreso Mundial de Terapia Cognitivo-Conductual.
El objetivo en un congreso de estas características es el de ejercer como foro para los profesionales de la terapia cognitivo-conductual de todo el mundo donde promover un intercambio de conocimientos y experiencias. Abarcamos todos los problemas de conducta, desde la niñez y la adolescencia hasta la senectud: psicosis y trastorno bipolar, psicopatías básicas de la alimentación, fobias, filias, problemas transculturales y relación social. También dedicamos un espacio a la formación de los especialistas.
La terapia cognitivo-conductual no pretende rivalizar con la psiquiatría ni presenta sus técnicas como una alternativa al auxilio farmacológico. Los psicólogos ya no nos limitamos a interpretar los conflictos del individuo, sino a transformarlos mediante habilidades y técnicas validadas por la ciencia. Tal validación acredita que podemos obtener una mejoría notable entre un 60% a un 80% de los pacientes; también, que los tratamientos farmacológicos resultan mucho más efectivos cuando se ven apoyados por terapias de esquemas y motivación.
Sí. Oncología, endocrinología, reumatología o cardiología se benefician de un enfoque cognitivo-conductual bien asentado. Sabemos que muchos problemas de conducta están en el origen de determinadas enfermedades, lo que ofrece mucha cancha a los psicólogos dentro del ámbito asistencial.
«Transformamos los conflictos del individuo mediante habilidades y técnicas validadas por la ciencia»
Vivimos en un mundo que exige, por encima de todo, resultados. En EE.UU, las compañías de seguros llevan ya tiempo demandando a los psicólogos que apliquen técnicas validadas con evidencia científica en sus despachos, monitorizando cuán eficaces resultan las sesiones de psicoterapia en determinados perfiles de pacientes. En el Reino Unido también se está detrás de este modus operandis, y tarde o temprano nos tocará a nosotros dar cuenta de igual mod… Es una exigencia social.
El paciente paga por un servicio que nosotros prestamos y tiene todo el derecho a exigir una cierta garantía de que su inversión va a redundar en algo positivo. Mediante la bibliografía científica podemos demostrar que una determinada técnica ofrece tal o cual porcentaje de éxito en un tipo concreto de diagnóstico y, así, merecer su confianza… Más que analizar, ahora toca evaluar.
La intuición y la genialidad siempre tendrán cabida en todas las disciplinas científicas, pero es cierto que hoy se trabaja de otro modo.
La hipnosis se viene utilizando para incrementar la eficacia de los tratamientos médicos y psicológicos desde mucho tiempo. Sin embargo, no ha sido hasta hace muy poco cuando han empezado a investigar de forma sistemática sus efectos. A pesar de las dificultades metodológicas que concitan tales estudios, los resultados revelan que la hipnosis es una técnica de intervención eficaz (científicamente validada) en el tratamiento de distintos trastornos
En este congreso, el programa científico ha incluido un taller destinado a divulgar las técnicas de hipnoterapia comúnmente empleadas en trastornos de ansiedad o dolor. A destacar, el concepto de hipnosis despierta que ha venido desarrollando el grupo de la Universidad de Valencia, dirigido por Antonio Capafons.
Mi labor de organizador me ha impedido meterme en las salas a seguir de cerca conferencias y presentaciones, pero me satisface poder dar fe de un programa que ha reunido lo mejor del momento. Hemos contado, por ejemplo con referentes mundiales como Paul Salkovskis (experto en trastornos de ansiedad), David Clark (terapia cognitiva), Tom Ollendick (salud mental infantil), Edna Foa (estrés postraumático), Chris Fairburn (trastornos de la alimentación) o Steven Hayes (asertivismo).
Aun cuando el diseño del programa se llevó a cabo desde Inglaterra, puesto que se trata del primer congreso mundial celebrado en una capital española, se ha dedicado un 15% de la programación científica a trabajos en lengua castellana o traducidos al castellano.
De todos modos, puesto a destacar, me inclino por las terapias denominadas de tercera generación, nuevos progresos terapéuticos en la llamada terapia dialéctica que ha desarrollado Marsha Linehan.
La terapia de esquemas consiste en utilizar los propios sistemas mentales y creencias del individuo para mejorar su impulsividad o inestabilidad emocional, su tolerancia a la frustración o evitar cambios súbitos de humor. Pellicer recalca que, utilizando técnicas validadas por estudios empíricos controlados, el terapeuta puede lograr que pacientes con trastornos límite de personalidad superen situaciones de ansiedad o depresión a través de la aceptación y el compromiso.
«Una modificación programada de la conducta puede aliviar a muchos pacientes obesos, diabéticos, toxicómanos u oncológicos», subraya el experto. «Sabemos que la ansiedad o la depresión están detrás de muchos casos de abandono de tratamiento o de quimioterapia (en el caso de los pacientes oncológicos). Combinar una pauta adecuada con un enfoque de terapia cognitivo-conductual va a permitir al paciente cumplir mejor y mejorar su calidad de vida».