La epidemia de diarreas hemorrágicas que ha dejado 30 muertos en Europa ha tenido su origen en los brotes germinados de soja, según ha anunciado el director del Instituto Federal alemán de Vigilancia Sanitaria, Reinhard Burger. Las autoridades sanitarias alemanas prevén levantar la alerta contra el consumo de pepinos, lechugas y tomates crudos por la infección con una cepa agresiva de la bacteria E. coli.
Las autoridades mantienen el consejo de no consumir semillas germinadas, como brotes de soja o de legumbres, para evitar posibles contagios de la enfermedad, que ha causado 29 muertos en este país y uno en Suecia. Fuentes gubernamentales consideran que cada vez son más firmes los indicios que relacionan el brote de la cepa agresiva de E. coli con un productor de semillas germinadas del norteño estado federado de la Baja Sajonia.
Las sospechas se centran en una granja de cultivo biológico en la localidad de Bienenbüttel, en el distrito de Uelzen, en la que varias de sus empleadas contrajeron la enfermedad hace varias semanas. A pesar de ello, los análisis realizados en esa empresa tras convertirse en sospechosa dieron todos resultados negativos, aunque no se descarta que el foco infeccioso desapareciera tras su brote inicial sin dejar rastro.
El jefe del servicio sanitario de Rusia, Guennadi Oníschenko, ha anunciado que su país levantará el veto a las importaciones de verduras procedentes de Europa a cambio de garantías de la Unión Europea (UE) sobre cada país y producto. «Las posiciones se han aproximado significativamente. La Comisión Europea ha propuesto desarrollar este trabajo no a nivel nacional, como se hace ahora, sino a nivel del Ejecutivo comunitario, que dará garantías sobre cada país y cada tipo de producto», dijo Oníschenko. El funcionario ha indicado que los primeros suministros serán autorizados cuando se llegue a un acuerdo sobre qué documentos garantizarán la seguridad de los productos.