Disfrutar de las Navidades con seguridad. Este es uno de los principales deseos de 2020, un año en el que las recomendaciones sanitarias en materia de prevención desempeñan un papel fundamental. Además de las precauciones específicas para evitar contagios de covid-19 en las reuniones familiares, hay otras que son igualmente importantes y que deben mantenerse en el tiempo. Hablamos de las alergias alimentarias, un problema que afecta a cerca del 6 % de los niños y cuyo riesgo aumenta en las comidas y cenas de Navidad. En este artículo ofrecemos los 10 consejos de prevención de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).
Qué alimentos causan alergia
Cualquier alimento puede producir una reacción alérgica, aunque su prevalencia está relacionada con los hábitos de alimentación, con la edad y con la maduración inmunológica y fisiológica. Entre el 4 % y el 8 % de los niños padece alguna alergia alimentaria y, como señalan desde el centro tecnológico AINIA, la mitad de los casos se asocian a alérgenos de origen animal, como la proteína del huevo, la lactosa o caseína de la leche o los componentes de algún pescado. Después, predominan las sensibilizaciones a alérgenos de origen vegetal.
Los principales alimentos que desencadenan reacciones alérgicas en la infancia son, por orden de incidencia, el huevo, la leche, los frutos secos, el pescado, el marisco, las legumbres y las frutas. Es decir, alimentos comunes y cotidianos que forman parte de multitud de recetas. Por eso es tan necesario extremar las precauciones, sobre todo durante las fiestas.
«El riesgo de sufrir reacciones alérgicas por la ingesta accidental de alimentos se incrementa durante las Navidades al realizar más comidas fuera de casa y los niños son especialmente vulnerables a sufrirlas», advierte la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), que también señala la importancia de «prestar atención tanto a aquellos niños con alergia alimentaria como a aquellos que prueban ciertos alimentos por primera vez».
Alimentación, alergia y anafilaxia
Imagen: Moira Nazzari
Las alergias alimentarias son la principal causa de anafilaxia en niños, seguidas de las de veneno de himenópteros (abejas, avispas, hormigas) y medicamentos. Según diferentes estadísticas, una de cada cinco reacciones anafilácticas ocurre fuera de la vivienda.
«En estas fechas en las que compartimos mesa con gente de fuera de nuestro hogar, son más habituales los descuidos, por eso insistimos siempre en que es fundamental que la persona encargada de preparar la comida esté bien informada para que pueda adaptar los menús y que estos estén libres de alérgenos, para evitar riesgos y también para que los menores con alergias alimentarias se sientan integrados”, expone el doctor Luis Echeverría, coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Alimentaria de la SEICAP.
10 consejos para evitar alergias alimentarias en niños
La SEICAP ha elaborado un decálogo para prevenir reacciones alérgicas en los niños. Estas son las recomendaciones:
- 1. Informar a la persona encargada de la comida. Es importante que quien se encargue de cocinar y preparar los alimentos conozca las alergias de los niños.
- 2. Leer los etiquetados de los productos. Hay que saber identificar alimentos que pueden estar ocultos y que aparecen en el etiquetado como aditivos o con nombres técnicos. Tanto los productos envasados como los que se presentan sin envasar, o son envasados en el momento de compra, están obligados por ley a facilitar la información de los alérgenos que contienen.
- 3. Adaptar el menú. Una vez que el encargado de preparar la comida conoce las diferentes alergias alimentarias de los más pequeños, es preferible cocinar recetas con alimentos que puedan comer todos los invitados.
- 4. Preparar con cuidado la comida. Deben emplearse utensilios de cocina diferentes para cocinar los platos de los niños con alergias alimentarias, pues hay casos en los que un mínimo contacto con el alimento implicado pueden causar un shock anafiláctico.
- 5. Tener precaución con la inhalación de humos y vapores. Los humos y vapores procedentes del cocinado de algunos alimentos (como los pescados) pueden ser motivo de reacción en algunos menores, por lo que estos deben quedarse fuera de la cocina mientras estos alimentos se preparan.
- 6. Evitar los platos para compartir. Es importante que al presentar los platos no se coloquen fuentes para compartir como de ensalada o pan, puesto que se corre el riesgo de que algún comensal favorezca indirectamente el contacto del niño con el alimento que le causa la alergia.
- 7. Vigilar los nuevos alimentos. Hay pequeños para los que las Navidades son su primera oportunidad de probar alimentos que nunca antes han comido, como los mariscos o frutos secos presentes en los turrones. Hay que prestar especial atención en estos casos por posibles reacciones motivadas por una alergia.
- 8. No ofrecer alimentos a los niños. Aunque los menores alérgicos a alimentos están muy concienciados con su enfermedad, puede haber casos en los que no, o que sean muy pequeños como para saber qué pueden comer. Por eso será preciso tener el máximo cuidado a la hora de ofrecerles alimentos.
- 9. Tener a mano medicación de rescate. No descuidarse y llevar siempre la medicación de rescate para administrar en caso de reacción y así poder actuar a tiempo, sobre todo en el caso de los niños con riesgo de anafilaxia.
- 10. No aislar. No hay que aislar a los niños con alergias a la hora de sentarse a la mesa ni apartarles. Deben sentirse como uno más, evitando que se sientan excluidos socialmente.
La medicación es tan importante como la prevención. Si las medidas de precaución fallan, contar con los fármacos adecuados puede marcar la diferencia entre vivir un mal momento y asumir un desenlace irreversible. Para estos casos, la adrenalina es clave. “Aquellos niños que tengan una alergia diagnosticada y riesgo de anafilaxia deben ir siempre acompañados por el autoinyector de adrenalina para administrarlo en caso de reacción sistémica grave”, explica el doctor de la SEICAP Luis Echeverría.
Para administrarla cuando es necesario, debemos ser capaces de reconocer e identificar los síntomas de la alergia alimentaria:
- reacciones en la piel: urticaria, picor, enrojecimiento o hinchazón.
- síntomas digestivos: dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea.
- síntomas respiratorios: picor de nariz, estornudos, mocos y obstrucción nasal.
Si aparecen de forma generalizada y simultánea y, además se acompañan de sensación de dificultad respiratoria, desvanecimiento, palidez, “estaremos ante una anafilaxia que requerirá de una actuación inmediata con la administración de adrenalina”, advierte.