La Asociación para la Defensa de la Cebolla de Fuentes de Ebro (Acefuentes) se ha constituido con el fin de impulsar el sector agroalimentario de esta zona de la provincia de Zaragoza y trabajar para la consecución de la Denominación de Origen Protegida Cebolla de Fuentes de Ebro.
El director general de Fomento Agroalimentario del Gobierno de Aragón, Pedro Orduna, respalda una iniciativa que agrupa a unos 55 productores de Fuentes de Ebro, Rodén, Quinto y Pina de Ebro y que cuenta con el respaldo de la mayoría de los vecinos de estos municipios zaragozanos. «Se trata de impulsar un producto autóctono y de calidad que ya cuenta desde 1997 con la C de Calidad Alimentaria y que ahora busca ser reconocido como denominación de origen», asegura Orduna.
Aragón cuenta en estos momentos con 600 hectáreas de producción de Cebolla de Fuentes de Ebro y el objetivo es ampliar la producción con la denominación de origen hasta las 6.000 hectáreas. Actualmente, hay tres empresas que comercializan la Cebolla de Fuentes de Ebro con la C de Calidad Alimentaria (Hortal Ebro SL, SAT 49 Ara Finca La Corona y Jumosol Fruits) que en el último año comercializaron casi 1,5 millones de kilos de este alimento.
La Asociación para la Defensa de la Cebolla de Fuentes de Ebro estará integrada por agricultores, industrializadores, transformadores y comercializadores de este producto típico de Aragón. Acefuentes pretende con la denominación de origen lograr mayor confianza del consumidor en materia de calidad y seguridad alimentaria. La Cebolla de Fuentes de Ebro se caracteriza por tener tallo grueso, forma globosa, redondeada por la raíz y ligeramente alargada hacia el cuello. Su coloración externa es blanco paja y las túnicas interiores blancas y tiernas. Tiene un sabor suave. La Cebolla de Fuentes de Ebro tiene un reconocimiento ancestral tanto en la zona de producción como en vastas zonas de comercialización nacional y con reputación en la Unión Europea y, esencialmente, en Gran Bretaña.
La denominación de origen controlará la zona geográfica de producción tanto de la cebolla como de la simiente, el calibre, la recolección y los métodos, además garantizará un tratamiento fitosanitario acorde con el respeto al medio ambiente y el periodo de venta para minimizar las dificultades de su conservación y garantizar las calidades organolépticas.