La saliva contiene microbios
¿Sabías que nuestra saliva contiene un sinfín de microorganismos? Esto provoca que los alimentos que nos llevamos a la boca entren en contacto con un variado conjunto de seres vivos en miniatura difíciles de predecir. Por supuesto, esto también se aplica para los utensilios, vasos y botellas que interaccionan con nuestra boca.
Aunque la gran mayoría de microbios son totalmente inocuos y forman parte de una microbiota saludable, algunas cepas patógenas también pueden estar presentes de manera frecuente en el organismo. Y eso, por supuesto, no excluye a nuestra boca.
Por ello, cuando bebemos directamente de una botella se produce un traspaso de gérmenes hacia el interior del envase. Y si dejamos durante mucho tiempo esa botella en condiciones ambientales propicias, cabe la posibilidad de que se produzca un desarrollo preocupante de microorganismos.
Además, no solo debemos tener en cuenta los microbios de nuestra boca. En el aire y en todo nuestro entorno ya existen de forma natural muchos microorganismos como mohos, bacterias y virus. La presencia de estos microorganismos está prácticamente asegurada en cualquier superficie, envase o botella como es el caso.
Para no ponérselo fácil a estos microbios, y alargar la vida útil del envase al máximo, es importante llevar a cabo una higiene frecuente de las botellas… algo que generalmente no se produce.
⚠️ Atención al olor
Cuando el interior de una botella reutilizable empieza a oler mal tenemos un claro indicativo de que algo no va bien. El mal olor es un síntoma inequívoco de crecimiento microbiano. También puede trasladarse al propio agua, llegando a alterar su sabor de forma desagradable.
Esto es habitual de las botellas de agua de plástico de un solo uso, otro elemento que los consumidores solemos utilizar de forma incorrecta. No es recomendable rellenar estos envases una y otra vez, precisamente por el mismo motivo: estaremos favoreciendo un desarrollo de microbios que puede traducirse en problemas de salud.
Cómo limpiar bien una botella reutilizable de agua
👉 Lavavajillas
En general, el lavavajillas se puede considerar la mejor opción para higienizar una botella reutilizable de agua, ya que nos permite alcanzar todos los recovecos del envase de forma satisfactoria mediante agua caliente y jabón. Esto es muy importante, ya que el lavavajillas alcanza temperaturas en torno a los 60 ºC que aseguran una mayor destrucción de microorganismos frente al fregado clásico.
👉 Fregado a mano
Por supuesto, un fregado exhaustivo a mano también puede ser válido, siempre y cuando prestemos atención a algunos elementos más difíciles de limpiar, como los tapones o cierres habituales de estas botellas, que suelen contener pequeños espacios de un acceso más difícil.
En cualquier caso, intenta siempre fregar con agua caliente, ya que ayuda a retirar con más facilidad la suciedad y los microbios. Sin embargo, será necesario hacerse con un cepillo o utensilio más alargado para poder acceder al fondo de la botella. Quizá el estropajo no es tu mayor aliado en este caso.
👀 Cuidado con el truco de fregar con arroz
Para paliar este problema, existe un truco casero que se ha hecho bastante viral en redes sociales: utilizar un puñado de arroz, agua y detergente para acceder a todos los rincones de tu botella de agua.
El método consiste en introducir arroz mediante un embudo, para posteriormente añadir agua y jabón. Una vez terminado el proceso, la botella se cierra con normalidad y se agita vigorosamente para que la fricción de los granos de arroz arañen la posible suciedad de las paredes de la botella.
Si bien la técnica suena muy atractiva por su sencillez, no termina de ser del todo recomendable, ya que el arroz seco puede contener polvo del ambiente, así como esporas microbianas procedentes de Bacillus cereus, una bacteria patógena capaz de provocar enfermedades. Si aplicamos este método, estaremos otorgando a estas esporas un entorno húmedo idóneo para que los patógenos se desarrollen posteriormente.
En definitiva, usar alimentos para limpiar un envase no es la mejor de las ideas. Aunque el arroz esté seco, es un medio de transporte ideal para el polvo, la suciedad e incluso otros patógenos.
👀 Vinagre, bicarbonato, lejía y alcohol
Por último, es importante matizar que otros remedios cotidianos como el vinagre o el bicarbonato no sirven para desinfectar las botellas de agua reutilizables, al contrario de lo que muchos usuarios creen. Estos ingredientes modifican la acidez del entorno y dificultan el crecimiento de microorganismos, pero en ningún caso se pueden considerar elementos desinfectantes porque no garantizan la destrucción de microbios hasta unos límites seguros.
Si queremos desinfectar, debemos utilizar compuestos como la lejía o el alcohol. El jabón o detergente que aplicamos al fregar tampoco es un desinfectante como tal, pero sí consigue eliminar la mayoría de los microorganismos en combinación con las altas temperaturas, ya que es capaz de penetrar en el interior de sus membranas y desestabilizarlas.
¿Cada cuánto tiempo debemos limpiar una botella reutilizable de agua?
En definitiva, con un buen lavado mediante agua y jabón —y en lavavajillas si es posible— evitaremos que una botella reutilizable alcance un estado deplorable donde empieza a oler mal por culpa del crecimiento de microorganismos. Siendo precavidos podemos alargar su vida útil durante mucho tiempo. Por otro lado, si abandonamos esta rutina higiénica, corremos el riesgo de que nuestra botella reutilizable empiece a dar cobijo a un número indecente de microbios.
Llegados a este punto de no retorno, es preferible cambiar la botella por una nueva. Cualquier material entre aquellos habituales que podemos encontrar en botellas de agua reutilizables es válido: aluminio, acero inoxidable, vidrio o plásticos duros resistentes como el conocido “tritán”, que mezcla la dureza del vidrio y prescinde de su fragilidad a golpes, reuniendo lo mejor de ambos mundos. Eso sí, debemos confirmar siempre que el material sea apto para lavavajillas mediante el símbolo que lo acredita en su etiquetado o serigrafiado en el propio envase.
Y la pregunta del millón es: ¿cada cuánto tiempo debemos limpiar nuestra botella reutilizable de agua? Ciertamente, la recomendación adecuada sería limpiarla a diario tras cada uso. Además, como mínimo, deberíamos realizar una limpieza a fondo de forma semanal.
Trasladado al ámbito cotidiano, es aceptable realizar un lavado rápido con agua y jabón tras terminar el día, añadiendo unas gotitas de detergente y agitando el interior de la botella. Para una limpieza más a fondo, podemos recurrir de forma semanal al lavavajillas para higienizar nuestra botella de forma satisfactoria. Y, si no disponemos de este electrodoméstico en casa, es interesante añadir unas gotas de lejía y repetir el mismo proceso para asegurar una desinfección adecuada.