Una granja perteneciente al laboratorio GTC Biotherapeutics, situada en Massachusetts (EEUU), tiene 57 cabras modificadas genéticamente productoras de una leche que contiene una proteína natural humana que ayuda a prevenir la coagulación sanguínea. A partir de esta leche se produce un fármaco llamado «Atryn», que podría ser aprobado por la Agencia Europea del Medicamento el próximo miércoles.
Lo que diferencia a estas cabras de otras es que tienen un fragmento extra de ADN entrelazado en su genoma. Se trata de un gen humano que codifica la acción del anticoagulante antitrombina (AT), una proteína que ayuda a prevenir la formación de coágulos de sangre y que normalmente se extrae del plasma.
Hace 15 años, los científicos de GTC copiaron el gen AT y lo agregaron a un fragmento de ADN de las cabras, el impulsor de la beta caseina. Esto garantiza las instrucciones necesarias para que el gen sólo aparezca en la leche y no en alguna otra parte del organismo del animal.
Este compuesto genético fue posteriormente inyectado en un óvulo fertilizado y cuando el esperma y el óvulo se fusionaron, el gen extra quedó incorporado en el genoma de la cabra. Luego, el embrión se implantó en la madre y seis meses después nació el rebaño fundador.