Más de 200 personas, entre ellas 110 escolares, han resultado intoxicadas en China esta semana tras el consumo de carne en mal estado. Según la prensa del país, uno de los grupos de afectados, que sufren diarrea, náuseas y vértigo, habrían ingerido carne de ternera alimentada en lugares con un alto porcentaje de pesticidas.
Además de los estudiantes, que el pasado 20 de septiembre tuvieron que ser hospitalizados tras ingerir pollo frito, alubias y pan, en la provincia de Guangdong 106 habitantes han tenido que ser hospitalizados como consecuencia del consumo de carne de ternera contaminada. Estos dos nuevos casos aparecen una semana después de que se produjeran 38 muertes en Nankín, al este del país, por envenenamiento con raticida.
Una vez más la precariedad de los controles chinos sobre los alimentos que se ofrecen en el mercado pone de manifiesto la necesidad de reforzar la legislación en materia de higiene de los alimentos y de manipulación. El objetivo no es otro que reducir el número de intoxicaciones alimentarias que se registran anualmente en China, actualmente unos 100.000 casos, de los que 70.000 tienen su origen en el envenenamiento voluntario con raticidas, informa El Mundo.
Según la publicación Health News, el uso de raticidas en los alimentos con fines criminales es alarmante. El índice de mortalidad por esta causa es un 66,7% mayor que la tasa de mortalidad provocada por enfermedades comunes.