El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha aceptado la demanda interpuesta por la mujer de un hombre que falleció en agosto de 1998 tras consumir una cerveza en cuyo envase estaba presente una sustancia tóxica.
Así, la Audiencia de Barcelona ha condenado a la empresa Damm a indemnizar a la familia del hombre que murió siete días después de haber consumido la cerveza. Según la acusación, el hombre murió «no por causas naturales sino por un fracaso multiorgánico causado por una gastroenteritis, insuficiencia renal y coagulación vascular diseminada».
La Sección Decimosexta de la Audiencia de Barcelona ha considerado probado que el envase del producto contenía «alguna sustancia tóxica o cáustica» y considera que existe una relación directa entre el consumo de la cerveza y la muerte. Aportar, sin embargo, elementos probatorios sobre el sistema de lavado es difícil ya que, según la sentencia, la empresa modificó el sistema de lavada a partir de 1998.
Con todo, los peritos aportados por Damm reconocieron en su momento que en el sistema de lavado de los envases se utilizaba «sosa cáustica y otros agentes aditivos cuya naturaleza y composición aún no han sido estudiados». Los peritos de la empresa no han descartado que el envase pudiera contener alguna sustancia tóxica.
La sentencia concluye que «la cerveza ingerida era defectuosa, bien por una negligencia en el proceso de lavado, que habría contaminado la bebida, bien por la adición de productos tóxicos», según informa El Mundo.