Todas las piezas de queso elaboradas bajo las normas de la Denominación de Origen Idiazabal llevarán desde ahora adherida una contraetiqueta holográfica identificativa para evitar el fraude en la comercialización de esta marca. Será el mismo sistema utilizado en el papel moneda, «infalsificable», según el presidente del consejo regulador, José Maria Ustárroz. Idiazabal se convierte así en el primer producto no vinícola que recurre a este sistema de identificación en España.
Este sello numerado codifica la porción, el tamaño del queso y otros datos de la cadena de elaboración. Estas bandas identificativas se denominan másteres de holografía y su impresión está sujeta a estrictas normas. Sólo una empresa en España los confecciona, autorizada por la única compañía europea, ubicada en Alemania, que custodia en búnkers de alta seguridad los másters de firmas de todo el continente. Este blindaje puede resultar llamativo teniendo en cuenta que el objeto a identificar son quesos, pero el consejo regulador se ha marcado como prioridad que su marca, cada vez más valorada nacional e internacionalmente, no pueda adulterarse con fraudes.
Y es que las inspecciones que realiza Idiazabal, que superan las 800 cada año, detectaron que medio millón de quesos habían salido al mercado con su sello de forma irregular. El consejo acusó y expedientó a tres queserías que trabajaban fraudulentamente. Denunció que el etiquetado era falso y que habían utilizado leche de ovejas de otras razas diferentes a la latxa. El Ministerio de Agricultura, sin embargo, no consideró probadas estas acusaciones y limitó su actuación a una multa de 62.000 euros.
El consejo regulador de Idiazabal no quiere verse envuelto en otro caso similar. «Con esta contraetiqueta pretendemos proteger tanto al productor como al consumidor», insistió Miriam Molina, gerente del consejo. Esta nueva banda holográfica no sustituye a los anteriores sellos identificativos. Cada queso tendrá a partir de ahora tres distintivos obligatorios: la nueva contraetiqueta, una placa de caseína que se incrusta en la corteza y permite conocer toda la trazabilidad de la pieza y el logotipo de la Denominación de Origen con su banda roja. «El queso que no tenga las tres, no es Idiazabal», aseguró Molina.