La Soil Association del Reino Unido ha elaborado un informe en el que constata, según cifras del Gobierno británico, un incremento del número de huevos con residuos del antibiótico lasalocid, que en ocasiones se incorpora a los piensos utilizados por los ganaderos en la alimentación animal.
El uso de este antibiótico está permitido en los piensos para gallinas, pavos, faisanes y codornices destinados a carne. Sin embargo, no está permitido su uso en gallinas ponedoras. Entre sus efectos principales está el de controlar las infecciones estomacales provocadas por parásitos en el ganado aviar. La detección de la presencia de este antibiótico en huevos destinados al consumo humano implica que ha sido usado en gallinas ponedoras por error o negligencia.
Según el informe presentado, el porcentaje de huevos en el que se han encontrado residuos ha aumentado del 1% en 1999 al 12% en 2003. El antibiótico lasalocid está considerado en el Reino Unido no como medicamento sino como aditivo para la alimentación animal, por lo que no están fijados límites máximos de seguridad. Por este motivo, la Soil Association ha sugerido al Gobierno británico establecer un límite de 50 microgramos por kilogramo, tal y como hace Australia.
Respecto a los efectos para la salud humana, la Soil Assotiation ha resaltado el riesgo de estos residuos en los consumidores más vulnerables, como bebés, ciertos grupos sometidos a dietas especiales y personas con determinados problemas cardíacos. A pesar de todo, la Food Standards Agency (FSA) ha admitido que los resultados de este informe no implican un riesgo inmediato para la salud. La misma agencia ya había advertido de este riesgo hace tiempo, aunque concluyen que su consejo sobre el consumo de huevos no se modifica a raíz del informe de la Soil Assotiation.