Los apicultores españoles se muestran contrarios a la entrada de miel china sin las suficientes garantías sanitarias. La prohibición está vigente en la UE desde enero de 2002, cuando la Comisión Europea prohibió la entrada al mercado comunitario de mieles procedente de China al detectar en determinadas partidas residuos de antibióticos.
A finales de este mes, la CE tiene previsto revisar esta prohibición y todo parece indicar, aseguran desde COAG, que la institución europea levantará el embargo a la miel procedente de este país. La organización se opone a este levantamiento porque considera que no se dan las garantías adecuadas en materia de calidad y seguridad alimentaria en sus producciones. Desde la organización se exige que las importaciones de productos agropecuarios foráneos cumplan los mismos requisitos que las producciones europeas. Además, asegura que es necesario mantener un nivel elevado tanto en frecuencia como en número de controles en los puestos de inspección fronterizos para garantizar que las partidas de miel procedentes de terceros países cumplan con los requisitos sanitarios exigidos en la Unión Europea.
Para COAG, la entrada de miel procedente de China, así como de Vietnam o Turquía, donde también se han detectado los mismos problemas sanitarios, genera competencia desleal a las producciones nacionales de calidad y pone en peligro la rentabilidad de miles de explotaciones familiares apícolas. Además, COAG añade la presencia, cada vez mayor, de productos sucedáneos de la miel (glucosa, jarabe de maíz), en los lineales de los supermercados que intentan confundir al consumidor utilizando una iconografía y denominación muy parecida o igual a la miel. Por ello, los apicultores españoles se reúnen hoy frente al Ministerio de Sanidad para mostrar su rechazo a la entrada de miel de mala calidad y para denunciar el fraude al consumidor que supone la existencia de productos sucedáneos que se etiquetan de manera engañosa para parecer miel.