Durante el año 2001 el Plan Nacional de Investigación de Residuos impuso 54 sanciones por un importe de 580.136 euros (96 millones de pesetas) a los propietarios de granjas por haber administrado sustancias prohibidas a animales.
Además, y según datos presentados el pasado 18 de julio en la reunión de la Comisión Nacional de Coordinación de la Investigación y Control de Residuos o sustancias en Animales Vivos y sus Productos, se remitieron 32 expedientes a la autoridad judicial por delito contra la salud pública. En el mismo periodo se identificaron también en granja 112.418 animales de las especies bovina, ovina, porcina, avicultura y conejos y se intervinieron un total de 3.293 canales, de las que 51 fueron consideradas como no aptas para el consumo.
Desde 1998 el Plan Dirigido incluye el control de animales y carnes de cualquier especie (especies mayores, conejos, aves y caza), así como de otros productos de origen animal como la leche, los huevos, los productos de acuicultura y la miel. Los resultados muestran, según el Ministerio de Sanidad, un descenso continuado de la positividad en general.
En general, entre las sustancias prohibidas analizadas destacan las 16.222 muestras destinadas a la detección de ß-agonistas (en especial clenbuterol), con una positividad del 0,07%. De las sustancias autorizadas se han analizado un total de 22.343 muestras para los antibióticos, de las que 143 dieron resultado positivo (0,64%), lo que corrobora el descenso antes mencionado. Además, se ha detectado la positividad a dexametasona en varias muestras. Esta sustancia se utiliza para el engorde ilegal junto a los ß-agonistas, así como en otras sustancias prohibidas en la normativa como los nitrofuranos.