El estudio Extensión de la investigación epidemiológica de los factores de riesgo de EEB, elaborado por el Instituto Central de Control de Enfermedades Animales CIDC-Lelystad, de la Universidad de Wageningen, en Holanda, concluye que todas las vacas que han dado positivo de la enfermedad han podido haber comido piensos mixtos que contuvieran harina animal.
Un análisis de todos los casos positivos detectados en el país ha permitido deducir que, para explicar los casos de EEB en Holanda, no es necesario contemplar la importación ilegal de harinas animales. Por otra parte, la investigación no ha podido excluir la posibilidad de importaciones ilegales, así como tampoco se han encontrado indicios de otro origen de la enfermedad en Holanda que no sea la harina animal.
El estudio concluye además que no existen pruebas suficientes para pensar que la proporción de minerales en la dieta por variación de tipo de terreno o adición de minerales a la dieta hicieran que las vacas fueran más propensas a la EEB o de que la propensión genética hubiera tenido un papel importante.
Origen de la EEB
El estudio holandés señala varias explicaciones sobre el origen de la enfermedad, como la importación de vacas vivas procedentes del Reino Unido, la importación de harinas animales también del Reino Unido, la presencia de infección en alimentos o la contaminación de materiales administrados por vía parenteral.
Con este estudio, el Ministerio de Agricultura holandés pretende flexibilizar las actuales medidas que se aplican actualmente sobre la ganadería del país. En este sentido, los representantes de Agricultura aseguran que suavizar estas normas no puede poner en peligro la sanidad ni la seguridad de las los alimentos.
Desde 2002, cuando se confirmaron 24 casos, la enfermedad ha ido descendiendo, y el año 2004 sólo se confirmaron 6 casos. En opinión del Instituto Central de Control de Enfermedades Animales, la posibilidad actual de que las vacas desarrollen la enfermedad nacidas después de 1999 es pequeña, informa el boletín del MAPA.